El torero de la tierra, Antonio Romero, obtuvo un muy importante triunfo de tres orejas la tarde de este sábado en Zacatecas, lo que le valió para llevarse el trofeo "Centenario de Oro", que también disputaron Macías y El Payo.
Antonio Romero cortó un apéndice al primero de su lote, "Mariolo", de 530 kilos, al que recibió con dos faroles de rodillas para después dibujarse con el lance natural. Ejecutó un vistoso quite por chicuelinas, para después dejarse ver en el tercio de las banderillas.
Con la pañosa inició rodilla sobre la arena para después bajo los acordes de la Marcha de Zacatecas ligar una serie de derechazos de calidad; probó la embestida por el pitón izquierdo donde el toro tuvo sus reservas. La faena fue variada y tuvo destellos, culminó con estatuarios para dejar una estocada suficiente para pasaportar a su enemigo y cortar el apéndice.
Lo mejor vino con el sexto de la tarde, "Mendo", con el que tuvo un saludo capotero, para después adornarse en un quite por chicuelinas antiguas. Nuevamente cubrió el tercio de banderillas, y en el tercer par pasó momentos de susto, pues el toro hizo por él y el zacatecano alcanzó a brincar al callejón.
Con la faena el toro tuvo recorrido y Romero supo entenderlo y aprovecharlo, pues hiló manufactureros derechazos y naturales; la faena creció y tuvo variedad, lo mejor vino con los pases en redondo, pues ahí estalló el júbilo de los presentes. Mató de estocada certera, para llevarse dos orejas y dar la vuelta al ruedo junto con el joven ganadero Julián Hamdan.
El torero aquicalidense Arturo Macías no corrió con la misma suerte del torero zacatecano, pues su lote fue complicado.Con su primero, "Cien Años", estuvo voluntarioso y con base en codicia pudo sacarle buenos muletazos que le fueron reconocidos por el respetable, pero al toro le terminaron pesando los más de 600 kilos y terminó por rajarse; falló con el acero y se retiró entre palmas
Con su segundo, "Esperanza", nada se pudo hacer, pues al toro le faltó fuerza y no quiso saber más del espada de Aguascalientes, quien lo aguantó hasta que no tuvo más por hacer. Mató al primer viaje y se retiró en silencio.
Octavio García "El Payo", lidió al primero de su lote, De aquí somos, con el que tuvo un buen inicio con la muleta, y aunque el toro tuvo sus complicaciones, en términos generales se dejó, y dejó tener al queretano buenos momentos, sobre todo con la diestra. Con una oreja en la espuerta ejecutó la suerte suprema, pero el toro tardó en doblar, por lo que descabelló, hasta escuchar dos avisos.
Con el quinto de la tarde, "ML", se complicó todo, pues el toro se estrelló en un burladero y se le aflojó el pitón, por lo que la gente pedía el cambio, el cual no llegó, pues el toro ya había sido picado; sin embargo, el respetable se metió fuerte con el Juez de Plaza. El toro ya no tuvo tela de donde cortar, el queretano cortó por lo sano y despachó al tercer viaje.
Al fina,l la empresa Espectáculos Santa Julia encabezada por Marco Castilla, quien se acompañó de Antonio Urrutia, presidente de la Asociación Nacional de Matadores de Toros y Novillos Rejoneadores y Similares, entregó el trofeo Centenario de Oro al triunfador del festejo, Antonio Romero.
Los varilargueros fueron derribados en los seis toros de la corrida; en el quinto de la tarde, el monosabio Juan Ruiz al tratar de auxiliar al picador, se encajó la puya en la cara externa del muslo derecho, fue atendido en la enfermería y después lo trasladaron al Hospital Santa Elena donde está siendo intervenido quirúrgicamente. No se contó con toros de reserva.