Domínguez estará tres meses inactivo (fotos)
Miércoles, 29 Sep 2010
México, D.F.
Redacción | Foto: Tadeo Alcina
Tra la lesión del talón de Aquiles sufrida en la Plaza México
El picador Carlos Domínguez deberá permanecer tres meses inactivo, debido a la grave lesión que se produjo en el talón de Aquiles del pie izquierdo en una caída sufrida el pasado 12 de septiembre en la Plaza México, mientras picaba al magnífico "Amigo", de la ganadería de Jorge María, bajo las órdenes del novillero Lorenzo Garza Gaona.
El percance se produjo al apoyar todo el peso de su cuerpo en el pie izquierdo, y posteriormente el caballo rodó por encima, lo que pudo haber ocasionado golpes de mayor gravedad. Carlos intentó volver a montar pero al colocar el pie en el estribo, se dio cuenta de que el dolor era insoportable:
"Sabía que tenía una lesión fuerte, ya que al caer escuché un chasquido. Pero en ese momento estás caliente y lo único que quería era subirme otra vez al caballo y continuar picando. Era imposible, así que me fui a la enfermería", dijo el hijo del Gordo de Iztapalapa, como apodaban a su padre, también picador de toros.
En la enfermería de La México, el doctor Rafael Vázquez Bayod diagnosticó la lesión en el tendón de Aquiles del pie izquierdo, y con posterioridad el doctor Jorge Uribe confirmó la rotura de dicho tendón en un 70 por ciento, tras realizar varios estudios. Y aunque no requirió operación alguna, deberá estar en reposo casi tres meses, apoyado en muletas, lo que sin duda mantiene un tanto contrariado al picador de 44 años de edad:
"Este es el tercer percance de mi carrera. Hace diez años se me ropió totalmente el tendón de Aquiles de una manera similar, y en esa ocasión sí me tuvieron que operar. Años después, toreando en El Relicario de Puebla, un toro de La Estancia me tiró y cuando me levanté me alcanzó y me dio una cornada de dos trayectorias, una de 12 y la otra de 14 centímetros de extensión, en el periné del lado izquierdo. Y ahora, ésta lesión de la Plaza México".
Sabedor de que los percances son gajes del oficio, Carlos Domínguez continuará con su labor de alquilar caballos de picar, una tradición que también heredó de su padre. Una vez recuperado, tiene la intención de continuar con su carrera durante unos cinco años antes de retirarse. Y de momento ya tiene sucesor: un hijo de 12 años "que le encanta esto del toro; espero que siga mis pasos y sea mejor picador que yo".
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