Tras recibir las enhorabuenas de sus familiares y amigos desde México, el novillero tlaxcalteca Juan Pablo Ibarra, triunfador de la decimosegunda edición del Certamen Camino hacia Las Ventas, compartió también el gusto de haber triunfado, al dar la vuelta al ruedo.

"El haber partido en la plaza de toros de Las Ventas fue algo muy significativo, no solo para mi carrera, sino para mi vida. Fue un escalón más que gracias a Dios pude cumplir".

En el festejo donde compartió cartel con el español Rafael de la Cueva y el también mexicano Santiago López Ortega, ante novillos de El Montecillo y Hermanos Sánchez Herrero, Ibarra escuchó ovación tras aviso en su primero y dio vuelta en el que cerró plaza.

"Las sensaciones fueron positivas. Con el primer novillo me sentí por momentos bien, lamentablemente la espada no entró como me hubiera gustado y en el segundo, un novillo quizás más fuerte, por momentos también tuve tandas de ligazón y de emoción y al final llegó un espadazo".

Tras su faena y la estocada, se pensó que el mexicano podría haber cortado la única oreja de la tarde, pero no fue así.

"La gente pidió una oreja con mucha fuerza, pero por motivos el presidente no la concedió, pero esto sigue, esto es así y afortunadamente me pude proclamar triunfador del certamen con tanto prestigio y además de que llevaba esperando esta oportunidad desde el mes de octubre pasado, cuando se suspendió la Final por lluvia en el Día de la Hispanidad".

El novillero, alumno de la Escuela taurina de Colmenar Viejo, institución que dirige el matador y ganadero Carlos Aragón Cancela (apoderado en España de Isaac Fonseca), se seguirá preparando para sus próximos compromisos.

"Por ahora me queda seguir entrenando, tengo por delante el "Kilómetro Cero de Madrid", un certamen sin caballos también de mucha repercusión y muy importante para todos los novilleros, ojalá que también pueda dar la cara en ese certamen", expresó.