Hay personas que andan y sienten como toreros, llevando por doquier el aroma que destila la memoria viva de una pasión. Y es que, para algunos, la tauromaquia es una forma de entender el no siempre fácil privilegio de existir; es decir, toda una filosofía de vida.

Con 64 años de edad y 47 como monosabio, Federico Domínguez "Gamucita" es uno de esos seres que irradian el romanticismo de una Fiesta de otros tiempos, esbozando una sonrisa tras la que se esconden miles de anécdotas acumuladas a lo largo de los años en el medio taurino.

En esta entrevista, realizada por Jorge Raúl Nacif, este popular personaje recordó la trágica muerte de su padre, el también monosabio Rafael Domínguez "Gamuza",  aquella lluviosa tarde de octubre de 1978 en la Plaza México, cuando saltó al callejón el novillo "Minuto", de Manuel de Haro, infiriéndole un cornadón de órdago.

Y tras los recuerdos tristes, las simpáticas anécdotas de un hombre que desea seguir siendo monosabio hasta que el cuerpo aguante, siempre con su inseparable puro y el profesionalismo que lo caracteriza, dentro y fuera del redondel.