Para el matador Francisco Martínez, el camino para llegar a la Plaza México ha sido complicado a lo largo de los últimos cinco años de lucha constante y entrega; de abrirse paso solo con su maestro y luego apoderado, Alejandro del Olivar, sin contar con el respaldo de una casa de apoderamiento como tal que le ayude a allanar las dificultades.
Finalmente, este domingo, y por méritos propios, el torero sanmiguelense confirmará su alternativa de manos de Uriel Moreno "El Zapata" y Antonio Ferrera, con toros de Rancho Seco, en una corrida en la que estará en disputa por primera vez en el coso de Insurgentes "La banderilla de oro", el cual será otorgado al mejor matador rehiletero.
Luego de la noche de su alternativa, el 25 de enero de 2019, en la plaza "Oriente", de su tierra natal, en la Corrida de la Insurgencia, de manos de Joselito Adame y como testigo Octavio García "El Payo", con un toro de De la Mora, Francisco suma 52 corridas, en las que ha cortado 61 orejas y tres rabos.
Revela que últimamente ha sido muy complicado colocarse en los carteles, ya que no falta el político o el empresario que no lo quiere poner.
"Sí, ha sido muy duro, pero al mismo tiempo la recompensa es más bonita. Cuando más trabajo cuesta, cuando más lucha hay, y las recompensas son más grandes y tienen un sabor especial. No nos han colocado en muchos carteles, en muchas ferias, por cuestiones ajenas a nosotros. Creo que hemos hecho las cosas bien, con entrega y dedicación, sin hacer daño a nadie, y luego te encuentras con que alguien no te quiere poner, no obstante que te has justificado plenamente delante del toro y los triunfos te avalan", comentó.
A pesar de todos estos avatares, es consciente de que no le queda más remedio que seguir trabajando, cosa que ha sido fundamental en su carrera y seguirse disciplinando, para poder esperar el momento que tanto ha estado esperando de despegar en la Plaza México.
"Ojalá que el panorama cambie para mí a partir del próximo domingo, y llegó el momento de aprovechar esta oportunidad y arreglarme el futuro, y a eso estoy acostumbrado desde que tomé la alternativa, así que tampoco es nada nuevo".
En retrospectiva, Francisco debutó en México en octubre de 2017, una tarde que no se dieron bien las cosas, pero repitió en marzo del 2018 cuando cortó una oreja. Regresó en la temporada novilleril en octubre de ese mismo año y obtuvo su primera Puerta Grande. A los ocho días volvió y se proclamó como triunfador de la temporada.
"Fue una tarde increíble, se vive con mucha intensidad la Plaza México y la verdad es que la gente se desborda con un torero cuando triunfa. Me acuerdo de que en esa ocasión me llevaron hasta el hotel a hombros. Había mucha gente muy contenta, creo que la afición de México lo vive muy intenso, con mucha entrega y ojalá que este domingo tengamos la oportunidad de vivirlo así".
Desde sus inicios, Francisco Martínez ha ido por la libre.
"No hubo alguien que me ayudara al principio así, con la fuerza de un apoderado bien colocado. Mi papá fue el primero que me enseñó lo básico a entrenar. Debutamos en San Miguel de Allende en una novillada que daba el matador Marcial Herce. Así como que alguien me hubiera descubierto o fijara en mi al principio, no hubo tal. El único apoderado formal que he tenido ha sido el matador Alejandro del Olivar, que ha creído en mí".
Para el domingo, el sanmiguelense tiene puesta la ilusión de que ocurra algo grande, pues la corrida lo amerita, más cuando está en disputa un trofeo que se puede institucionalizar.
"Esto es bonito, le viene bien al cartel, es la cerecita del pastel en el cartel. La gente que nos conoce sabe el espectáculo que brindamos, este es un aliciente más para que la gente se meta a la plaza, tenga interés en la corrida y la verdad que es un cartelazo. Todo está listo para que sea una gran tarde de toros".
Comentó que se siente muy orgulloso de llevar a El Zapata como padrino, pues ha convivido mucho con él y también han alternado juntos muchas tardes.
"Creo que hay una buena relación, siempre le agradeceré los consejos y los arreones que me ha pegado en las corridas porque todo eso sirve". Y del testigo, Antonio Ferrera, lo definió como "único, es diferente a muchos toreros y su tauromaquia es muy interesante, muy buena, gran torero también".
Del encierro de la centenaria ganadería de Rancho Seco, afirmó que ese toro bravo, que emociona y transmite, le viene muy bien a este cartel.
"Le pondrá intensidad a la corrida. Creo que eso estará muy bien para que la corrida tenga transmisión, emoción y la gente este al filo del asiento. Estoy orgulloso de este cartel, muy ilusionado, pero también muy comprometido, es un cartel muy apretado y feliz de la vida ya contando las horas para que llegue el día".
Francisco llegará muy bien preparado, pues los ganaderos de la región le han apoyado fuerte en estas últimas semanas.
"Han sido muchas ganaderías, este viernes cierro en Rancho Seco, pero también he estado en las de Paco Cordero, Palma del Río, El Garambullo, Los Cués, Joaquín Aguilar, Manuel Labastida, Raúl Cervantes, Campohermoso, perdón si se me olvida alguna, han sido tantas y todas ganaderías que han apostado por nosotros que la verdad que hemos hecho una muy buena preparación", finalizó.