El matador de toros norteamericano Robert Ryan presentó su autobiografía titulad "Capas de olvido, de las playas de California a las profundidades del toreo", durante un evento que tuvo lugar el martes pasado en las instalaciones de la Fundación Diario de Madrid.

El acto contó con los comentarios de Miguel Ángel Aguilar, David González, Ignacio Álvarez "Barquerito" y Paco Aguado, quienes en compañía del propio autor realizaron un recorrido sobre lo que representa esta experiencia vital que recorre sus facetas en torno al arte, donde la Fiesta Brava resalta como el hilo conductor de la obra.

El autor evocó sus pasos infantiles en la ciudad de Tijuana sus padres le regalaron un toro rojo, para que, tiempo después pudiera descubrir la magnificencia del toreo a través del dibujo, además del impacto que de suyo le causo la película "Torero", protagonizada por Luis Procuna.

El matador Pepe Ortiz que fue quien le enseñó el abc de la técnica del toreo, resultó pieza angular para que pudiera vestir su primer traje de luces en 1962 e incluso debutar en la Plaza México cinco años después. Por lo tanto, conocer y tratar al gran torero tapatío, representó para él una experiencia increíble.

En algún momento de la velada, se recordó el encuentro de Ryan con José Tomás, que funge como prologuista del libro que se editó bajo el sello editorial El Paseíllo, en el que la pintura aparece como punto de coincidencia, donde el propio Paco Aguado lo define como un artista global con tintes de renacentista.

La amena charla discurrió entonces entre aquel niño de colegio de monjas, que se influenció por Cagancho, Arruza y Procuna, en tanto que se reflexionó y se pudo descubrir lo más posible el espíritu de un hombre que entregó su vida y se ha expresado su arte por amor al toreo.