Pasar de largo...
El Panita eslabonó los pasajes más alegres de la tarde
En un festejo de selección, algo tiene que suceder. En caso contrario, los toreros que reciben la oportunidad habrán dejado pasar de largo uno de los pocos cartuchos que podrían quemar, sobre todo si tomamos en cuenta lo cerrado del sistema y saber que para algunos de estos novilleros ya no ayuda la edad... o el peso.
Aunque algunos estuvieron mejor que otros, la escala de grises concede un balance frío al término de la séptima novillada en La México: No hubo triunfador; no hubo un novillero que aprovechara la oportunidad a cabalidad. Por si fuera poco, varios de los ejemplares de Santo Toribio tuvieron cualidades.
La actuación más alegre corrió a cargo de Joel Delgado. El llamado Panita anduvo bullidor y variado, pues no solamente recibió a portagayola a su oponente, sino que colocó las banderillas con soltura e incluyó un "violín invertido", llamado "Par de la luz", creación propia y estrenado precisamente en la plaza "La Luz", de León.
Acto seguido, el guanajuatense plasmó un trasteo que hizo concebir ilusiones, aunque vino a menos. A la postre, todo quedó en salida al tercio tras fallar a espadas.
El veterano novillero Rodrigo Ochoa se mantuvo centrado ante el que abrió plaza, al que le dio una lidia certera y correcta. En algunos pasajes pudo lucir, fundamentalmente en los trazos por derecha, pero tal vez el hecho de no estar muy placeado influyó en que no rompiera su faena, ante un bravo astado.
Cayetano Delgado también brindó algunos buenos momentos, merced de su seria tauromaquia. Con buena técnica, extrajo interesantes muletazos, pero al final de cuentas no redondeó y terminó por únicamente saludar desde el tercio, ante cierta división.
Poco pudimos ver a Gerardo Cruz, que hizo su mayor esfuerzo pese al verdor de su carrera. En la faena de muleta fue prendido de fea manera y resultó con una cornada de dos trayectorias en el muslo izquierdo, de la que ya ha sido intervenido por el cuerpo médico de Rafael Vázquez Bayod.
El ecuatoriano Javier Segovia se notó inseguro delante de su oponente, que fue bravo. Y aunque el viento le molestó en algunos pasajes, jamás "paró pies", de tal manera que puso de manifiesto que tal vez éste no sea su camino. Sainete con la espada, dos avisos y pitos.
El que también debe reflexionar sobre su futuro es Ulises Sánchez, pues tampoco atinó a quedarse quieto y no logró controlar el miedo. Carente de evolución y entrado en kilos, fue habilidoso con la espada y quiso agradecer unas hipotéticas palmas al centro del ruedo, por lo que fue pitado.
A la postre, esta novillada de oportunidad en el coso monumental de Insurgentes -séptima de la campaña- no fue sino un pasar de largo...
Ficha
Ciudad de México.- Plaza México. Séptima novillada de la temporada. Unas dos mil personas en tarde agradable, con algunas ráfagas de viento. Novillos de Santo Toribio, de buena presencia y bravos, en su conjunto. 430, 447, 412, 413, 432 y 465 kilos. Pesos: Rodrigo Ochoa (tabaco y oro): Ovación y silencio en el que mató por Cruz. Jorge Delgado "Panita" (salmón y azabache): Ovación tras aviso. Javier Segovia (blanco y pasamanería negra): Pitos tras dos avisos. Cayetano Delgado (marfil y oro): Ovación tras aviso. Ulises Sánchez (obispo y oro): Pitos. Gerardo Cruz (berenjena y oro): Herido. Incidencias: Cruz resultó herido durante la lidia del 6o. El parte médico, firmado por el doctor Rafael Vázquez Bayod, establece lo siguiente: "Cornada en la cara interna del muslo izquierdo, tercio proximal, con orificio de entrada de 10 centímetros. Presenta orificio de salida en cara anterior, de 5 centímetros, con dos trayectorias: una, profunda hacia el fémur, de 20 centímetros, y otra que atraviesa el muslo, de 20 centímetros, con lesión severa de músculos y aponeurósis de la región, descubriendo vasos femorales, sin lesionarlos. Fue trasladado al Hospital Ángeles Mocel, para el procedimiento quirúrgico definitivo".
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