Castro se recupera de la fractura del antebrazo
En unas semanas celebrará sus 30 años como forcado
El veterano forcado Arturo Castro, del grupo de Forcados de Mazatlán, se recupera satisfactoriamente de la triple fractura del antebrazo derecho sufrida en la plaza de Ameca, Jalisco, el pasado martes 9 de febrero, y esta por celebrar 30 años en esta riesgosa profesión
El percance sucedió al apoyar al cabo René Tirado en una primera ayuda, y cuando metió el brazo para apuntalar a su cabo, el testuz del toro que había toreado el rejoneador Horacio Casas, lo golpeó fuertemente en el antebrazo, que le quedó colgando tras la fractura. La primera atención se la dieron en Ameca, donde fue estabilizado, y se desplazó de inmediato a Mazatlán para ser operado.
La operación que le hicieron fue delicada porque tuvieron que sujetar primero las tres piezas del hueso en otra placa, y otra en la parte inferior del brazo. La intervención quedó a cargo del doctor Pepe Guízar, que ha operado a muchos forcados. Arturo permaneció hospitalizado un día y medio y se encuentra en Mazatlán.
En estos 30 años no había tenido ninguna fractura atendida, salvo golpes múltiples en distintas zonas del cuerpo, básicamente en el pecho. Debutó en el grupo de Celaya, en 1985, y a los dos años le tocó fundar el grupo de los Forcados de Mazatlán, con Manuel Laveaga. Después vivió cuatro años en California, donde se unió al grupo de Escalón de la familia Borba, durante cuatro años.
Al cambiar su residencia a Querétaro ha estado entrenando muchos años. Sin embargo, sólo ha actuado de manera esporádica con este grupo, pues su alma pertenece al grupo de Mazatlán, con los que ha tenido oportunidad hasta de pegar seis corridas en Portugal.
Y como bien dice al respecto de esa lesión, sólo se trata de una "raya más al tigre", pues él quiere mantenerse en activo respetando así la gran tradición portuguesa en la que muchos forcados se hacen mayores sin dejar de actuar en los ruedos tratando de aportar su experiencia a los más jóvenes.
El percance sucedió al apoyar al cabo René Tirado en una primera ayuda, y cuando metió el brazo para apuntalar a su cabo, el testuz del toro que había toreado el rejoneador Horacio Casas, lo golpeó fuertemente en el antebrazo, que le quedó colgando tras la fractura. La primera atención se la dieron en Ameca, donde fue estabilizado, y se desplazó de inmediato a Mazatlán para ser operado.
La operación que le hicieron fue delicada porque tuvieron que sujetar primero las tres piezas del hueso en otra placa, y otra en la parte inferior del brazo. La intervención quedó a cargo del doctor Pepe Guízar, que ha operado a muchos forcados. Arturo permaneció hospitalizado un día y medio y se encuentra en Mazatlán.
En estos 30 años no había tenido ninguna fractura atendida, salvo golpes múltiples en distintas zonas del cuerpo, básicamente en el pecho. Debutó en el grupo de Celaya, en 1985, y a los dos años le tocó fundar el grupo de los Forcados de Mazatlán, con Manuel Laveaga. Después vivió cuatro años en California, donde se unió al grupo de Escalón de la familia Borba, durante cuatro años.
Al cambiar su residencia a Querétaro ha estado entrenando muchos años. Sin embargo, sólo ha actuado de manera esporádica con este grupo, pues su alma pertenece al grupo de Mazatlán, con los que ha tenido oportunidad hasta de pegar seis corridas en Portugal.
Y como bien dice al respecto de esa lesión, sólo se trata de una "raya más al tigre", pues él quiere mantenerse en activo respetando así la gran tradición portuguesa en la que muchos forcados se hacen mayores sin dejar de actuar en los ruedos tratando de aportar su experiencia a los más jóvenes.