El solo hecho de llegar a una plaza de toros y enterarse que el boletaje se ha agotado motiva de forma especial. El salir de esa plaza de toros luego de el festejo habiendo apreciado la frescura, convicción y el concepto estoico de un jovencisimo torero que se brinda valiente en el ruedo en todo momento motiva aun mas.

Pablo Hermoso y Andrés Roca Rey compartieron la salida a hombros tras triunfar en esta noche donde el buen clima y el buen ambiente en los tendidos se conjuntaron para que todo ademas de triunfal fuera agradable.

Tres orejas se llevo en la espuerta Roca Rey. Las dos de su primer enemigo al que le planto cara en todo momento con cabeza y valor de privilegiado. Se nota en el gesto y las formas de el peruano que de verdad disfruta el estar delante de la cara de los toros y pasárselos muy cerca. Se queda quieto siempre.

Con el capote es variado y tiene buenas maneras, con la muleta procura correr la mano con largueza pero siempre quedándose quieto con la firmeza de quien sabe que se esta jugando la voltereta a cambio de emocionar y emocionarse.

Su segundo ofreció menos prestaciones pues se defendió sin apenas desplazarse desde muy pronto y, pese a ya tener asegurada la salida a hombros, tuvo el gesto de regalar un toro, detalle que la gente le agradeció. A ese séptimo  de la noche le realizó otra interesante faena fincada sobre las mismas bases, la quietud, la variedad y la convicción de pasarse las embestidas muy cerca. Cortó una oreja mas. Roca Rey ha caído de pie también en la plaza de Juriquilla.

Y si lo de Roca Rey es frescura que motiva lo de Pablo Hermoso es magisterio toreando a caballo. Es el dominio absoluto de una puesta en escena que con el paso de los anos no deja de sorprender. Impresiona su capacidad y su sentido del espectáculo, atrapa las miradas desde que aparece en la arena y es de llamar la atención el hecho de que temporada tras temporada la cuadra se renueva y el altísimo nivel de sus caballos toreros sigue siendo el mismo, es Pablo Hermoso un maestro en toda la extensión de la palabra.

Esta noche brillaron entre otros "Merlín", "Ícaro", "Pirata"... Y si solo corto las dos orejas de su segundo enemigo fue porque al primero lamentablemente lo pincho, pero todo el festejo mantuvo a la gente en un puno. Sus dos bureles, de Santa Barbara, tuvieron buen son y ritmo al embestir, Pablo les toreo de frente, dando el pecho, de costado, haciendo piruetas y demás.

Una oreja corto Ignacio Garibay quien de no haber fallado con el acero al tirarse a matar a su segundo también hubiese acompañado a sus alternantes en la salida a hombros.

Muy dispuesto estuvo el capitalino toda la noche, le cortó la oreja a un toro noble de San Pablo que se desplazó con buen estilo. Desde con el capote Garibay dibujó lances tersos y en la faena de muleta corrió la mano sobre todo por el lado derecho en tandas enjundiosas con pasajes templados que le llegaron a la gente. Se fue muy derecho tras la espada y por el conjunto de su labor le fue concedido el apéndice.