Banners
Banners

Espectro Taurino: La vocación torera

Sábado, 16 May 2015    México, D.F.    Jorge Raúl Nacif | Opinión   
El espacio de cada sábado
La vocación es un llamado a ser, impulso que brota desde las fibras más sensibles del alma y que retumba en todo lo ancho de nuestro cuerpo para llevarnos a cumplir con el trazado objetivo de vida y dejar una huella, grande o pequeña, de nuestro paso por el mundo.

Y así, los seres humanos que siguen ese llamado lo tienen por ineludible, ante todo y a toda costa, aunque su vida esté de por medio, aunque tengan que dejarse la piel en el camino.

Sirvan estas reflexiones para enmarcar la profunda vocación torera de Saúl Jiménez Fortes, que continúa por buen camino con su recuperación en el hospital San Francisco de Asís y que incluso ya ha brindado algunas declaraciones luego de salir de la zona de terapia intensiva.

Esa vocación alcanzó el punto de máximo cuando entrando en la enfermería, y todavía consciente el torero antes de desvanecerse, pedía que le suturaran para poder salir a continuar con la lidia del toro, a pesar de la gravedad que, dentro de sí misma, era notoria en la cornada sufrida.

Este fuerte percance nos vuelve a demostrar una vez más que, cuando un torero se planta en el ruedo con auténtica entrega, de verdad se juega la vida. No es broma; es una profunda realidad que los toreros exponen su propia existencia al ponerse delante de un toro que los puede matar.

Jiménez Fortes no ha tenido un camino fácil para poder llegar a donde seguramente anhela. Pero, con actuaciones como la del pasado jueves en Madrid, no nos cabe duda que pronto alcanzará el sitio de privilegio de ser una figura del toreo. Tiempo al tiempo.

Un torero, sobre todo en tardes clave como lo era esta de Madrid para Fortes, debe apostar cueste lo que cueste y lanzar la moneda al aire sin cortapisas. Así lo hizo el diestro ibérico y eso es algo que los públicos identifican de inmediato para también reconocer a lo toreros.

Por otro lado, es triste ver los comentarios de los antitaurinos, haciendo mofa y alegrándose por el percance el Saúl. Solamente demuestran una notoria incoherencia "defendiendo la vida" del toro y deseando la muerte de un ser humano, prenda de una sociedad con escalas invertidas de valores.

Y pongo entre comillas lo de defender la vida porque, en realidad, los que pugnan con abolir las corridas al querer proteger al toro desconocen que esto llevaría a su extinción como especie, comenzando con la muerte del amplio porcentaje de reses bravas que nunca irán a una plaza al ser estructura de las ganaderías de lidia.

Pero en fin, cada loco con su tema y con su libertad de expresión... aunque toda libertad conlleva una responsabilidad; en este caso, la de conocer al menos medianamente del tema del cual se opina o habla.


Noticias Relacionadas







Comparte la noticia