Edgar Badillo se convirtió en el triunfador de la segunda novillada del certamen "Descubriendo un Torero", celebrada este domingo en la Monumental Zacatecas, y lo hizo al cortar las dos únicas orejas de la tarde a un noble novillo de la ganadería de Monte Caldera.

Quien también tuvo una buena tarde fue el novillero Ángel Espinoza "Platerito", que demostró firmeza y madurez ante un novillo con bravura de la ganadería de José Julián Llaguno, una lástima las fallas con la espada que le impidieron el corte de las orejas.

En el toro como en la vida nada es obra de la casualidad, y hoy aplica esta frase a lo que sucedió en la Monumental Zacatecas, donde pudimos ser testigos de la actuación de dos novilleros zacatecanos, Badillo y Platerito, ambos con un toreo diferente, cada uno con su personalidad y estilo propio, pero ambos firmes en su profesión.

Me queda claro que la afición puede y debe tener la certeza de que hay dos novilleros con un camino prometedor que seguirán dando de qué hablar, basta que las empresas apuesten más por ellos,  pero por encima de ello, que la afición les siga brindado su voto de confianza. La afición que acudió en buen número hoy al coso de cantera salió satisfecha de lo que en el redondel hicieron los de casa, demostrando que Zacatecas no es sólo tierra de toros, sino también de toreros.

Badillo, con cuatro años como novillero hoy su mejor carta fue la actitud, se mostró como un torero con cualidades y ánimo de agradar, buscando la emotividad y el toreo verdad, mientras que Platerito barajeó las cartas de la clase, y la solvencia, mostrando firmeza y determinación.

Edgar seguramente estará en su último año como novillero toda vez que busca llegar a tomar la alternativa, en tanto que Ángel con apenas un año en las filas novilleriles promete dar mucho de qué hablar, el próximo domingo La México será sin duda una apuesta importante para su carrera, al igual que Badillo, este último llegará ahí en busca de la consolidación, y el primero, en la pretensión de iniciar un camino donde su nombre pueda escribir una página importante.

El primero de la tarde llevó por nombre "Chucho", de 350 kilos, de la ganadería de Monte Caldera, que correspondió en suerte al novillero Edgar Badillo, ejemplar protestado de salida por su escasa presencia, pero que al final terminó por ser el mejor de la tarde.

Al ejemplar de la ganadería potosina el novillero lo recibió con larga cambiada de rodillas, para después torear por verónicas acompasadas, rematando de manera vistosa. Lo llevó con chicuelinas andantes hasta ponerlo en suerte en el caballo que montó el picador "Ruso" Delgado, quien señaló un puyazo. Después el zacatecano se adornó con un quite, para después colocar las banderillas, sobresaliendo con el segundo, un par al violín de buena ejecución y que supo vender.

Tras brindar su faena a los ganaderos del hierro de Monte Caldera, rodilla sobre la arena inició su labor ante un novillo que tuvo potabilidad, y con el que comenzó a correr la mano para ligar una tanda por derecha con la mano muy baja, siendo los muletazos de temple.

El de Monte Caldera fue manejable, con movilidad por lo que Badillo continuó toreando, una faena larga y ligada que llegó al público. El novillo tuvo ritmo en sus embestidas y Badillo lo llevó muy metido en la muleta, con hondura y aprovechando siempre el viaje del toro. Certero con el acero el novillo no tardó en doblar por lo que los pañuelos se asomaron para solicitar se le concedieran los trofeos, el Juez de Plaza Manuel Esparza otorgó una oreja, pero ante la petición concedió la segunda, Badillo compartió la vuelta al ruedo con los ganaderos triunfadores de este domingo, del hierro de Monte Caldera.

El segundo novillo de la tarde llevó por nombre “Viajero”, de 445 kilogramos, del hierro de José Julián Llaguno, ejemplar que sobresalió por su bravura, y al que toreó de buena manera por verónicas, para después dejar en suerte del varilarguero al del hierro zacatecano que acudió en dos ocasiones con bravura a la pelea con el caballo. El ejemplar tuvo también la bravura y además se empleaba bien, pero a Rizo le faltó mayor firmeza; sin duda desaprovechó al novillo, falló con la espada y escuchó dos avisos.

"Pirulo", de la ganadería de Pozo Hondo, fue un novillo bien presentado, que de salida fue aplaudido, acudió bien al caballo, y con la muleta tuvo bravura, y nobleza. Garay, tuvo buenos momentos, demostró que sabe hacer bien las cosas, pero el novillo le exigía ir a más, mostrarse con mayor firmeza y determinación, falló con la espada para escuchar algunas palmas.

“Sultán”, fue el novillo que cerró plaza, de la ganadería de José Julián Llaguno, novillo bien presentado, con seriedad, y hechuras que promedió los 485 kilogramos, que correspondió lidiar al novillero zacatecano Ángel Espinoza “Platerito”, quien entendió al novillo y supo exprimirlo pese a las dificultades que mostró.

Espinoza se proyecta como un torero de un valor solvente para aguantar con firmeza las dificultades, pero también con cabeza para aplicar los recursos necesarios en los momentos oportunos, y así, su faena fue con mucha firmeza. Los naturales fueron deletreados, al igual que la dosantina que pudo trazar, lo mismo su rúbrica con manoletinas, una lástima, las fallas con la espada que no le permitieron coronar su valiosa faena, pero quedó de manifiesto que en él hay un novillero con muchas posibilidades de sobresalir.

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