El francés Juan Bautista se impuso en la Corrida Navideña celebrada hoy en la ciudad de Apizaco, Tlaxcala, y a la postre salió en volandas luego de cortarle las dos orejas al segundo de su lote, mientras que Uriel Moreno "El Zapata" y Arturo Macías fueron ovacionados.

Daba la impresión que nos iríamos en blanco pues había transcurrido la mitad de la corrida bajo la lluvia. y con el ruedo en malas condiciones ni los toros ni los toreros podían dar más de sí; se equivocaron en el orden por lo que Juan Bautista actuó con el segundo de su lote en cuarto lugar, y se encontró con "Kahlo" que tuvo buen estilo y fue repetidor al principio.
 
El toro tras los buenos lances del francés, empujó al caballo de Ricardo Morales poniéndolo en aprietos, brindó al público para llevarse a los medios con trincherazos suaves y de la firma al pupilo de López Lima. El trasteo tuvo mayor desarrollo por el pitón izquierdo surgiendo naturales de magnífica factura; el burel empezó a desentenderse del engaño y el torero abrevió cobrando espadazo casi entero desprendido; vino la concesión de una oreja y de pronto el torero apareció con las dos que lanzó al tendido ante las protestas.
 
Se lució toreando de capa con suavidad y temple a su primero a pies juntos y luego abriendo el compás, dejando ver sus buenas maneras al llevarlo para picarlo con chicuelinas al paso. Bueno fue el planteamiento para torear sobre ambas manos antes que el toro se empezara a quedar; colocó tres cuartos de espada caídos y acertó en los medios con descabello contundente para escuchar palmas.
 
Empezó a llover desde el paseíllo de modo que a Uriel le cayó agua abriéndose de capa; con ella hubo diversidad creativa y con los palos voluntad; en pleno aguacero realizó faena derechista que no entusiasmó y terminó en silencio tras pinchar.
 
Acondicionada una zona del ruedo pudo El Zapata arrancar las palmas del público que traía ganas de aplaudir para quitarse en parte el frío; hasta aquí todo iba bien pero el toro clavó los pitones en la arena, y a partir de ese momento cambió su comportamiento complicando la vida a su matador desarmándolo un par de veces, como volvió a pinchar sólo recogió una ovación.
 
Se gustó a la verónica Arturo Macías en el tercero al que recibió de hinojos en tablas con dos largas, la corta trayectoria de la embestida no impidió que al torearlo de muleta templara mejor por el lado izquierdo agregando adornos y un desplante; tras dos pinchazos un espadazo delantero y caído recibiendo una ovación.
 
El que cerró plaza pocas oportunidades ofreció a Macías, que se notaba contrariado y hasta desubicado, pidiendo música sin que viniera al caso y preocupándose más de que le tocaran lo que pedía; pinchó en demasía escuchando dos avisos.