La tarde de este viernes se verificó la cuarta corrida de feria en Aguascalientes, ante un bien presentado encierro de Los Encinos alternaron los diestros Eulalio López "Zotoluco", Alejandro Talavante, que sustituyó al también español Julián López "El Juli" y el hidrocálido Juan Pablo Sánchez. Al final de la tarde el europeo y el de la tierra lograron cortar una oreja.

Después de no poder comparecer el pasado sábado 20 de abril, tarde en la que estaba anunciado para abrir el serial taurino San Marcos 2013, el diestro español Alejandro Talavante se presentó ante una afición que desde hace ya varios años lo cobija con mucho cariño. Así con el primero de su lote ha dejado claro que hoy por hoy es uno de los europeos que más expresión mexicana posee.

Tras oficiar cadenciosamente con el percal dimensionó un estético quite por chicuelinas, mismo que fue digno preámbulo de una faena bien estructurada y en la que el toreo por el lado derecho predomino por sobremanera. Series en las que poco a poco fue sometiendo a un bravo toro de Los Encinos, en este sentido no cabe duda que el diestro extremeño entendió perfectamente las condiciones de su enemigo. La faena se desarrolló en un tenor de alta calidad estética y artística pero también con un alto grado de entendimiento, después de dejar media estocada recibió una meritoria oreja.

Con el quinto de la tarde Talavante no pudo proyectar gran cosa, ello ya que el ejemplar no le permitió trascender hasta los tendidos, que al igual que el diestro español vio con desaliento las pobres condiciones del astado, tras una estocada defectuosa se retiró entre algunas palmas.

Intentando asegundar el triunfo, decidió regalar un sobrero de la misma casa ganadera, mismo que resultó con algunas complicaciones que fueron bien resultas por el espigado diestro. Tras bregar correctamente con el percal inició su faena con ajustados estatuarios que causaron buena respuesta en los tendidos.

Con una artística muleta poco a poco fue sometiendo a su enemigo y de paso fue convenciendo a un público que siempre lo esperó. Nuevamente llegó la dimensión torera que fue aderezada con detalles tan toreros como la peculiar arrucina, lamentablemente la espada no causó los efectos inmediatos y se limitó a saludar en el tercio.

Juan Pablo Sánchez llegó a la monumental con la firme decisión de seguir con una carrera que lo coloca como una de las realidades de la baraja taurina en México, hoy al alternar con una figura mexicana y con una española ha dejado claro que actualmente es uno de los diestros con mayor capacidad para dar la cara de la nueva generación en nuestro país.

Ante un astado que exigía el carnet, el de Aguascalientes manejó la muleta con mucha sapiencia, logrando con ello series lentas y de mucho calado, con cada pase fue confeccionando una bella pieza de arte destacando por mucho el toreo con la mano diestra. Para finalizar su labor ejecutó ajustados pases por alto que fueron seguidos por una estocada muy efectiva, por ello se le otorgó una meritoria oreja.

No obstante a las evidentes complicaciones del sexto de la tarde, Juan Pablo Sánchez ha estado muy voluntarioso, lamentablemente hubo de abreviar, no sin antes dejar en el ruedo de la plaza sólo pinceladas de arte. Al final se retiró entre algunas palmas.

Eulalio López "Zotoluco" cumplió con su segunda aparición en esta feria, con el que abrió plaza intentó trascender a los tendidos y sin embargo fueron varios los factores no le permitieron obtener los resultados esperados destacando de entre ellos los kilos de su enemigo.

A pesar de las condiciones del primer ejemplar, el experimentado diestro logró el sometimiento hasta alcanzar series de calidad, con una gran voluntad fue dándole el tiempo necesario, para con ello, dimensionar varias series en las que el público le manifestó su cariño, tras fallar con el acero escuchó las palmas de aliento.

Con el cuarto de la tarde y al ver que sus alternantes ya habían tocado pelo, el Zotoluco trató de alcanzar alturas superiores, desgraciadamente su faena estuvo pasada por altibajos, por momentos corrió la mano con hondura. En un pasaje de la lidia el bravo toro de Los Encinos se coló a tal modo que logró dañarlo.

Aún con el dolor producido por el percance, el mexicano se quedó para realizar una faena meritoria, para finalizar su labor sepultó el acero y escucho las palmas del respetable.