Leo Valadez corta la única oreja en Teziutlán
Al séptimo toro de la larga primera corrida de feria en esta plaza
Leo Valadez cortó la única oreja concedida este domingo en la plaza "El Pinal" de Teziutlán, con la que comenzó la feria de agosto, en un festejo de larga duración en la que José Luis Angelino dio una vuelta al ruedo, y el español Ocaña Serrano y José María Macías se fueron de vacío.
Alegre fue el recibimiento de Leo al séptimo con lances a pies juntos, y tras un puyazo medido realizó al quitar zapopinas de muy buena factura, su labor en el segundo tercio fue lucido lo que le valió el reconocimiento del público; con evidentes deseos de triunfo se fue a los medios para de hinojos iniciar de muleta en pases expuestos con la derecha.
Ya de pie aprovechó la boyantía del capacho para torearlo con temple sobre ambas manos en series templadas, teniendo que cuidar que no se le escapara pues se rajó en ciertos momentos, por lo que el arrastre lento tras despacharlo de pinchazo y espadazo delantero pareció excesivo, en cambio la concesión de oreja fue correcta.
Ante el de menor presencia corrido en tercer lugar que se dolió en el puyazo, Leo quitó con una combinación de lances mostrando después voluntad con los garapullos; inició su trasteo arrodillado para calentar el ánimo lo que consiguió por ambos pitones destacando el temple, por ahí intercaló un par de dosantinas y remató con una ranchera cuando el toro casi no tenía aliento; señaló dos pinchazos arriba y estocada contraria para que sonaron dos avisos lo que no impidió ser llamado a recorrer el anillo.
A José Luis Angelino correspondió el quinto que se veía escurrido pareciendo enfermo ya que tosía con frecuencia, poco se vio con el capote y un puyacito medido dio paso al segundo tercio que cubrió el torero junto con su hermano Gerardo. Trató el matador de hacer las cosas bien sacando muletazos poco ligados pues el animal se escupía de las suertes y no trasmitió, con un espadazo contrario de efectos tardíos vino un aviso tras petición dando la vuelta.
Ante el corniapretado que abrió plaza ejecutó dos largas de rodillas en tablas de las que salió suelto, con chicuelinas al paso lo puso al caballo y buscó variedad al quitar por crinolinas para luego banderillear voluntarioso, la fuerte embestida del toro fue menguando así como el recorrido, de manera esporádica hubo muletazos buenos y de pronto el toro se echó, siguieron algunos desplantes antes del pinchazo y la estocada caída terminando en silencio.
Salió un bonito castaño albardado al que lanceó Ocaña Serrano sin confiarse, luego bajo el peto no se quedó para embestir. Además, su cuadrilla deslucida a más no poder solo clavaron dos palos y así vino el cambio de tercio. Con oficio el hispano trató de justificarse, pero anduvo un tanto acelerado aparte que el toro salía distraído; en suma, sin lograr entusiasmar a la gente. Terminó con media estocada que tardó en hacer doblar. Sonó un aviso y luego hubo silencio.
Poco destacado hubo en su labor capotera al sexto ante que recibió un puyazo, la cuadrilla dio pobre espectáculo con las banderillas; en tanto el torero se vería mejor sobre todo al natural; una cogida sin consecuencias hizo que volviera encastado con la diestra sin levantar el ánimo de la gente pues la sosería lo impidió; se sucedieron los pinchazos para un aviso y el silencio al final. Sin sin embargo, se ordenó un inexplicable arrastre lento al animal.
No obstante que el festejo se había alargado decidió regalar un toro de El Vergel que empujó y derribó al piquero, aunque ya después no pasó mayor cosa y su labor fue nuevamente silenciada.
Se llevó José María Macías un cárdeno paliabierto al que toreó bien a la verónica desde el tercio hasta los medios rematadas con media torera y revolera. Un puyazo señalado dio paso al buen quite por saltilleras y también su cuadrilla estuvo mal con los palitroques. Con un cambiado en los medios inició José María quien vio como se le empezaba a quedar el toro; estuvo aguantando y logró buenos naturales, terminó con la regiomontana y abaniqueos bien rematados, pinchó para retirarse en silencio.
Con su octavo que tampoco dio prestaciones, el joven matador huamantleco mostró deseos de agradar esforzándose para conseguirlo, sin embargo al no haber materia prima terminó pronto su labor retirándose a la barrera en silencio.
Ficha
Teziutlán, Pue. Plaza "El Pinal". Primera corrida de feria. Dos tercios de entrada en tarde agradable. Ocho toros de Rosas Viejas, disparejos en presentación y juego, de los que destacaron 6o. y 7o. premiados con arrastre lento excesivo. Y uno de El Vergel (9o., como regalo), manejable. Pesos: 490, 513, 485, 497, 492, 535, 495, 527 y 480 kilos. José Luis Angelino (azul marino y oro): Silencio y vuelta tras petición. Ocaña Serrano (blanco y oro): Silencio, silencio tras aviso y silencio tras aviso en el de regalo. Leo Valadez (sangre de toros y oro): Vuelta tras dos avisos y oreja. José María Macías (blanco y plata): Silencio tras aviso y silencio. Incidencias: Al finalizar el paseíllo se otorgó un reconocimiento al periodista Addiel Armando Bolio, por sus 20 años como cronista en transmisiones de radio de esa feria.
Comparte la noticia
