Leo firma el triunfo más importante de su vida
Cortó tres orejas a los toros de Pozo Hondo en Guadalajara
Leo Valadez hoy sorteó los toros destacados del encierro de Pozo Hondo: bravos, codiciosos, con las características de toros con edad. Con trapío, emotivos, con calidad, fijeza, humillación sí, mas no olvidar que esos astados, nada regalan. Si no se les puede, si no se les somete ponen a quien no tenga los recursos necesarios, a bailar la varsoviana.
El joven espada –toda una realidad– de Aguascalientes aportó valor y cabeza torera, así, al primero de su lote, aunque como el resto de sus hermanos, no se prestó para el lucimiento con la capichuela, le regaló a la parroquia tapatía con un emotivo quite combinado de navarras y tafalleras y un tercio de banderillas con tres cuarteos de mucha entrega.
"Asopao" un fino cárdeno careto con edad y trapío requirió, luego del hacerse de él con ayudados por alto, de mano muy baja para someterlo con la muleta, sólo así podía aflorar el fondo que tenía el astado.
Leo se recreó por ambos lados, pero vino la segunda cuota, hubo el espada de aguantarle inmóvil, una dupla de parones para asustar al más pintado, aquí fue el clímax, el exigente público de la Nuevo Progreso rompió fuertemente, tanto, que a pesar de la estocada casi entera, pero delanterilla, le exigió al licenciado Alfredo Sahagún, flamante nuevo juez de plaza le otorgara una oreja. Otorgada por supuesto, pero de haber acertado Valadez, bien pudieron haber sido dos, fuerte ovación para el toro en el arrastre.
Con el segundo de su lote, Leo cubrió también el segundo tercio, donde mostró su capacidad de improvisar, el primer par había quedado en intento, pues dejó sólo un palo, y de la chistera extrajo la improvisación: al relance colocó el otro palo al violín, la plaza se caía, el comienzo del tercio de muerte, no pudo ser más torero. Sometió toreramente con muletazos muy, pero que muy por bajo, con una rodilla en tierra. Años ha que no me deleitaba con esta manera de iniciar un trasteo. Superior.
Series por derecha, por izquierda, hasta que el público sacó los pañuelos blancos para solicitar el indulto de "Teporocho", la faena pareció bajar de tono, pero el torero abrochó el bien construido trasteo –aunque con pausas que me parecieron largas– con manoletinas de hinojos que hicieron que las manos ardieran de tanto aplaudir, se volcó Leo sobre el morrillo para sepultar un estoconazo hasta la bola.
Usía ordenó par de orejas para Leo Valadez y una vuelta ruedo para el pupilo de don Ramiro Alatorre, quien acompañó por el anillo al aguascalentense. Sellaba así el triunfo más importante de su carrera.
Arturo Macías lidió en el sitio primero, un ejemplar imponente con 635 kilos en los lomos, con buenas hechuras, a pesar de su romana, Macías le lidio con reposo y buen gusto, a pesar del punto de sosería que no permitió mayor lucimiento del espada, al final fue llamado al tercio a recibir la ovación.
Con el que le correspondió en segundo sitio, un toro berreón que al final cantó la gallina, Macías se jugó el todo por el todo, un quite por saltilleras ajustadísimas, en las que le cambiaba el viaje, un par de péndulos escalofriantes y la faena entregada no fue suficiente para que el toro hiciera lo mismo, ante los resultados nada pingües, decidió regalar un astado. Gasto inútil, el obsequio no respondió a la entrega sin cortapisas de Arturo Macías.
Y el peruano Joaquín Galdós, con el santo de espaldas en los dos que le correspondieron, intentó el sudamericano; pero no tuvo suerte.
El próximo domingo anuncia la empresa, un encierro de Los Encinos, para Enrique Ponce, Alfredo Ríos "El Conde" –que se despide de su afición– y Joselito Adame.
Ficha
Guadalajara, Jal.- Plaza "Nuevo Progreso". Tercera corrida de la temporada. Un cuarto de entrada (unas 4 mil personas) en tarde agradable. Siete toros de Pozo Hondo (el 7o. como regalo), bien presentados, varios cinqueños, de juego desigual, de los que destacaron 3o. y 6o. Pesos: 635, 540, 560, 535, 500, 525 y 565 kilos. Arturo Macías (fuscia y oro): Ovación, silencio y silencio en de regalo. Joaquín Galdós (azul marino y oro): Silencio en su lote. Leo Valadez (sangre de toros y oro): Oreja y dos orejas. Incidencias: Sobresalió en banderillas Fermín Quiróz, que saludó en el 4o. Al anunciar las características de los toros en la tablilla, también se hacía mención de la fecha de nacencia de los mismos, un hecho inusual en esta plaza. Al finalizar la lidia del 6o., Valadez dio la vuelta al ruedo en compañía del ganadero Ramiro Alatorre.
Guadalajara, Jal.- Plaza "Nuevo Progreso". Tercera corrida de la temporada. Un cuarto de entrada (unas 4 mil personas) en tarde agradable. Siete toros de Pozo Hondo (el 7o. como regalo), bien presentados, varios cinqueños, de juego desigual, de los que destacaron 3o. y 6o. Pesos: 635, 540, 560, 535, 500, 525 y 565 kilos. Arturo Macías (fuscia y oro): Ovación, silencio y silencio en de regalo. Joaquín Galdós (azul marino y oro): Silencio en su lote. Leo Valadez (sangre de toros y oro): Oreja y dos orejas. Incidencias: Sobresalió en banderillas Fermín Quiróz, que saludó en el 4o. Al anunciar las características de los toros en la tablilla, también se hacía mención de la fecha de nacencia de los mismos, un hecho inusual en esta plaza. Al finalizar la lidia del 6o., Valadez dio la vuelta al ruedo en compañía del ganadero Ramiro Alatorre.
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