La emotiva Corrida Guadalupana a beneficio de los damnificados sirvió para constatar que sí es posible rescatar una fecha que había caído en el olvido. Y así como en otras plazas del país se realizan varios festejos en ese día tan emblemático, sería importante que en la Plaza México ya no dejara de celebrarse y recobrara su categoría.

Si la empresa anuncia un cartel atractivo en 2018, es muy posible que la plaza registre una magnífica entrada. Sólo es cuestión de hacer una programación adecuada para que las dos corridas que toca organizar un domingo previo y otro posterior, se puedan ajustar mejor a la Corrida Guadalupana, pues no hay que olvidar que la inmensa mayoría de los aficionados no se pueden dar el lujo de ir a los toros tres días en una misma semana.

Por otra parte, en los próximos días, las corridas de Navidad y Año Nuevo, son dos pruebas para comprobar el interés de la gente que por esos días está de visita en la Ciudad de México, y en un futuro sería atractivo poder darles un enfoque encaminado hacia esa clientela.

En este ambiente de fiesta que dejó ayer el festejo en el que José Tomás volvió a sonreír, Joselito Adame recobró la senda del triunfo, José María Manzanares cuajó una magnífica faena, y Sergio Flores se consagró, sería muy relevante que no se perdiera de vista la posibilidad de organizar una corrida temática cada año, de la misma manera que en su día ocurrió en Aguascalientes con la Corrida Ponciana; en La Petatera, con la Corrida Charra, o actualmente en San Miguel de Allende, con la Corrida de la Insurgencia.

La riqueza expresiva de la tauromaquia permite vincularla a temas específicos para explotarlos mediáticamente, y que esa corrida comience a posicionarse dentro de la Temporada Grande, pues sería un valor añadido para la campaña, con un fin muy bien definido.

Hoy día la fiesta de los toros necesita de un revulsivo para no quedarse atrás de los grandes espectáculos, y sin descuidar la esencia, ni sacrificar sus valores, sí que se pueden añadir elementos que contribuyan a hacer más grata la asistencia a la plaza y que al final se convierta en toda una experiencia para el público, tal y como se vivió el martes pasado.

En medio de estos detalles que vienen a engrandecer el conjunto de toda una temporada, no hay que descuidar el resto de los festejos. El trapío del toro que exige la afición de la Plaza México y también el equilibrio de los carteles, procurando impulsar a los toreros que tengan proyección y a otras ganaderías que se hayan ganado lidiar en este escenario.

Porque es evidente que la fuerza mediática de la Plaza México incide favorablemente en el acontecer diario de la Fiesta Brava y por ellos es preciso aprovechar su escaparate para que tenga influencia en la vida social del país, tal y como ocurrió la tarde del martes pasado.