El hidrocálido Joselito Adame se llevó numéricamente el triunfo al cortar las dos orejas con protestas del quinto astado de la noche, pero el extremeño Miguel Angel Perera se robó la noche con dos faenas de gran calado, en las que cortó sólo un apéndice.

En el segundo y último festejo que se celebró en la Monumental Monterrey como cierre de temporada y que había sido pospuesto por lluvia hace dos semanas, el queretano Octavio García "El Payo" completó el cartel escuchando palmas en su primero y un aviso en el cierraplaza.

Perera, quien reapareció en esta plaza tras 12 años de ausencia, causó una grata impresión en cuanto se abrió de capa al lancear por ajustadas verónicas y abrochar la serie con una pinturera media en las rayas del tercio.

Tras brindar al público, el de Badajoz hilvanó una serie de muletazos en un palmo de terreno y luego se dio a torear en rdo do, con mucho empaque, temple y mando en los trazos.

Por naturales templó las embestidas y conforme transcurrieron los minutos la faena subió en emotividad. Tan entregado estaba en la cara del toro que al ejecutar una arrucina fue prendido, doliendose de la rodilla derecha. Mató pronto y cortó una oreja, al toro que fue premiado con palmas en el arrastre.

En su segundo volvió a maravillar con su toreo de capa y en un sensacional quite por ganoneras y saltilleras que eran el presagio de una gran faena.

A este lo recibió con dos cambiados por la espalda y soberbios muletazos por alto,para continuar con una faena inspirada y de buen gusto que alargó en el tramo final, del que destacron dos impensables naturales que detuvieron el tiempo por su despaciocidad en la boca de riego. Con el publico entregado, Perera se perfiló con el acero pero malogró con la espada su obra, escuchando dos avisos.

Joselito Adame corrió el turno al despitorrarse su primero en un burladero, realizando una faena derechista con pasajes interesantes en su trasteo. Mató bien y escuchó aplauosos.

Su segundo fue sobrero de El Vergel que careció de trapio pero al que supo aprovechar la raza y transmisión de su enemigo en una faena por ambos lados Mató de volapié fulminante que fue premiado por el juez de plaza, Antonio Quitoga Escamilla, con las dos orejas que recibió el diestro entre protestas del publico.

Octavio García "El Payo" enfrentó a los dos astados de mayor presencia y su labor con el capote fue un compendio de lances de gran clase que ejecutó el queretano.

En ambos buscó el triunfo con series por ambos lados que jalearon fuerte los aficionados. Lamentablemente falló con la espda con los de su lote y perdió al menos una oreja de cada uno.