El novillero Sergio Flores se encuentra muy recuperado de las heridas sufridas en la plaza de Madrid el pasado 17 de julio, y ayer acudió a la consulta del doctor Máximo García Padrós, quien le retiró los puntos de sutura del cuello y la pierna derecha.

"Cada día me siento mejor, y de hecho ya comencé a entrenar hace dos días. El médico me dijo que lo hiciera poco a poco y sin esforzarme para que no haya contratiempos en la cicatrización de las heridas. Estoy otra vez motivado para continuar con mi carrera y ahora sólo pienso en mi reaparición del 6 de agosto en la plaza de Pontevedra".

El tlaxcalteca está anunciado en la Feria de María Pita en la fecha señalada. En este festejo compartirá cartel con dos espadas punteros, como son Cristian Escribano y Jiménez Fortes, quienes lidiarán un encierro de Hermanos Lozano, puro encaste Núñez.

En lo tocante a la falta de apetito y debilidad que había experimentado en los días recientes, Sergio asegura que ya está recobrando la fuerza física:

"El doctor me dijo que tuviera ciertos cuidados con la cicatriz de la pierna, pues hay una pequeña parte donde me colocaron unas vendoletas para que no se abra, y debo mantenerla protegida del polvo. No cabe duda de que la mente es poderosa, y el hecho de haberme retirado ya los puntos de sutura, me ha sentado de maravilla. Ya estoy comiendo como antes; me siento más fuerte conforme pasan los días y muy ilusionado con volver a torear".

Será la próxima semana, alrededor del miércoles, cuando matará un toro a puerta cerrada en la ganadería de Javier Molina, precisamente de donde procedía el novillo que lo hirió en Madrid.

"El ganadero le llamó a Antonio (Pedrosa), mi apoderado, para decirle que me regalaba un novillo, y este gesto le honra y por ello le estoy agradecido. Ahora volveré a ponerme delante de un toro de esta casa y hay que aprovecharlo para entrenarme bien y llegar mentalizado a la novillada de Pontevedra".