Ignacio Garibay permanece ingresado en la clínica La Fraternidad de Madrid, como consecuencia de la grave cornada sufrida el domingo pasado en la plaza de Las Ventas, donde un toro de Partido de Resina, de 672 kilos de peso, le atravesó el muslo derecho.

El matador capitalino, de 36 años de edad, se encuentra en franca mejoría, pero aún tiene fuertes dolores en la pierna lesionada y por ello los médicos han preferido mantenerlo un par de día más bajo observación.

"Me siento bien en general pero la recuperación ha sido lenta. Las últimas dos noches he tenido mucho dolor y no he podido dormir bien. Y es que el pitón del toro me estiró mucho uno de los músculos de la pierna y me dicen los doctores que es lo que me está provocando las molestias", afirmó Garibay.

El torero mexicano se encuentra acompañado de su esposa, Claudia Quijas, la que fuera conductora de programas deportivos de televisión, que llegó el martes para estar a su lado.
En estos días de reposo obligado, Garibay ha podido seguir las actuaciones de sus compañeros mexicanos (el novillero Sergio Flores y el matador Joselito Adame) a través de internet en su computadora portátil y reconoce el esfuerzo que todos han realizado en los últimos días en Madrid.

“La feria va muy bien para los mexicanos y eso es muy importante. Aquí se viene a dar la cara y me parece que todos hemos hecho un buen papel. A mí me tocó caer herido, pero eso sólo son gajes del oficio. Ahora hay que esperar a ver qué pasa mañana con Arturo (Saldívar) y el lunes con Diego Silveti. Esta feria está marcada por México y eso es muy positivo para nuestra Fiesta", afirmó Garibay.

Una vez que reciba el alta hospitalaria, Ignacio permanecerá unos diez días en España antes de volver a México para continuar con su rehabilitación en su casa de Juriquilla.