Hace unos días, con motivo de la actuación del mexicano Israel Téllez en Sevilla, el cronista español Zabala de la Serna reflexionó en el periódico El Mundo sobre el sentido mexicano del tiempo. Y todo porque Téllez tardó una eternidad intentando darle muerte a un toro remiso de Miura, cosa que finalmente no logró:
"Israel Téllez muleteó de acá para allá como quien no quiere la cosa. Le dio coba al moruchón de Miura con desparpajo. Ya eran las nueve de la noche. Lenta la función. Se rajó el toro. Téllez, con sentido mexicano del tiempo. O sea, sin reloj. Lo pasó de vueltas. Un espectáculo ver al toro a escape como un mulo y el matador detrás por todo el ruedo. Al final acabó con los tres avisos".
No se equivoca el hijo del legendario Vicente Zabala. Acá tenemos un sentido del tiempo diferente. Para bien y para mal. En las ciudades corre prisa pero en los sitios de playa nos mecemos en las hamacas. No quiere decir que en el interior del país no se trabaje, pero la cosa es más calmada. Le damos “tiempo al tiempo”, como dijo Renato Leduc… pero a veces exageramos en la concesión.
El concepto encaja en la forma de ejecutar el toreo en México. La proverbial lentitud del toreo mexicano. La dejadez. La cadencia. El toreo deletreado y recreado. Un toreo sin reloj, atemporal, eternizado por la embestida despaciosa de un toro con arte y el ritmo interior de un torero mestizo. Una clara proyección idiosincrásica. A Silverio, fundador del toreo a la mexicana, lo llamaron "perezoso" y Néstor Luján habló de su "sangre adormilada".
Hemos dicho que "el toreo a la mexicana es una formidable aleación de lentitud y esencia, donde las formas suelen ser avasalladas por el sentimiento". Cuando hay expresión, a veces la técnica y los estereotipos pueden quedar de lado. ¡Afortunadamente!
Monumento al toro
El animal que hirió a Ignacio Garibay en Madrid pesaba 672 kilos. Un monumento al toro. Un tío. Con cuajo y una arboladura veleta de mucho respeto.
Fue impresionante ver cómo esa mole de carne lo levantó a gran altura y luego se le fue encima, rozándole el ojo izquierdo con la pala del cuerno. Es importante resaltar que hemos visto embestir toros con ese volumen. Lo malo es que el de Partido de Resina era uno de esos mansos resabiosos que no perdonan la cornada.
El percance se produjo cuando el diestro intentó dar un pase de pecho. ¿Faltó cruzarse y dar un toque más firme para embarcar la embestida? Como haya sido, la actuación de Garibay quedó marcada por el viril sello del pundonor.
De tres, tres
Aunque ninguno de los toreros mexicanos ha tocado pelo en la Feria de San Isidro, los tres han dejado una magnífica impresión por sus ganas de aprovechar la oportunidad. Tanto Arturo Saldívar como Sergio Flores estuvieron cerca de cortar una oreja.
Toca hoy el turno al hidrocálido Joselito Adame, quien confirmará su alternativa de manos del francés Sebastián Castella, llevando como testigo a Miguel Ángel Perera, con un encierro de Alcurrucén, que en el papel ofrece grandes posibilidades de triunfo.
De primera
Ya está circulando la colorida edición de colección de la revista 'Matador' con las reseñas de cada corrida de la Temporada Grande pasada en la Plaza México. El editor es Rafael Cué.
Incluye una entrevista realizada en 2005 al desaparecido pintor y escultor Heriberto Juárez, así como una conversación con Sebastián Castella tras el merecido indulto del toro "Guadalupano" de la ganadería de Teófilo Gómez; y otras dos, sin desperdicio, con Enrique Ponce y El Juli, autor de la mejor faena del ciclo.
El diseño es original, en particular el del pequeño tríptico con el hierro y los colores de cada una de las 24 ganaderías que enviaron la materia prima al coso metropolitano durante el serial. Algunas de las fotos son realmente extraordinarias. Vienen intercalados mosaicos con fotos de personalidades en los tendidos y el callejón, todo sobre un papel de primera calidad. Muy recomendable.