Como consecuencia de una descompensación de elementos en la sangre, el matador Leopoldo Casasola tuvo que ser ingresado al Hospital Ángeles de Interlomas de emergencia, donde se recupera satisfactoriamente y espera ser dado de alta el día de mañana para continuar con su preparación para la corrida del sábado 19 de marzo en Tequisquiapan.

"El miércoles comencé a sentir un hormigueo muy intenso por todo el cuerpo cuando estaba entrenando, y no le di mucha importancia. Pero por la tarde ya no aguanté esa sensación y decidí ir al doctor para que me revisara y fue al día siguiente que me ingresaron en el hospital porque mi cuerpo presentaba un cuadro grave de falta de calcio, potasio, azúcar, y estuve a punto de tener un colapso que hubiese sido gravísimo y pudo haber desembocado en un coma", comentó Casasola.

Durante este tiempo que ha permanecido retirado, el texcocano subió casi 15 kilos de peso, y en los tres últimos meses, desde que anunció su regreso a los ruedos, comenzó una dieta especial y a hacer ejercicio de manera continuada, según explica:

"Siempre me había mantenido con un peso de 67 o 68 kilos, y ahora estoy en 65, lo cual supone una baja considerable no de esa cifra a la actual, sino de pesar 15 kilos más como producto de la inactividad. Todo esto se complicó porque estaba gastando más calorías de las que reponía, y de ahí que me haya venido esta descompensación que ahora me tiene en el hospital".

Una vez que Leopoldo reciba el alta hospitalaria, deberá guardar reposo un par de días antes de retomar su entrenamiento, seguido de una alimentación espefícica que le permita recuperar los niveles de elementos químicos de la sangre. Después de meterá otra vez al campo para entrenar de cara a la corrida de Tequisquiapan en la que compartirá cartel con el rejoneador Diego Ventura y Manolo Mejía para lidiar toros de San Martín.