El matador Rafael Ortega fue intervenido esta mañana del golpe que sufrió ayer en la mano derecha, cuando entró a matar al segundo toro de su lote, en la corrida de Orizaba, y deberá permanecer un mes de baja recuperándose de esta inoportuna lesión.

"Cuando entré a matar, el dorso de mi mano chocó con una banderilla corta que ahbía quedado muy rígida, y el golpe fue demasiado fuerte. De inmediato sentí que estaba lesionado y en la enfermería de la plaza me entablillaron para traerme a Pueba al Hospital Ángeles. Me hicieron radiografías de la mano y encontraron fractura en los metacarpios", comentó Ortega.

Esta mañana fue intervenido por el ortopedista José Mario Dorantes Rodríguez, quien le colocó una placa y dos tornillos, además de una férula que le llega al codo, así deberá permanecer de 3 a 4 semanas.

"Tenía otras molestias en el abdomen y aproveché para que me revisara el gaestroenterólogo José Carlos Ortega, que me encontró un absceso que fue retirado del bajo vientre. Esto se debía a un golpe recibido aquí en El Relicario de Puebla, cuando clavé un par de banderillas cortas el pasado viernes 24 de septiembre.  Así que "aproveche el viaje" al quirófano para atenderme de esta dolencia", puntualizó el torero de Apizaco.

Mañana martes recibirá el alta hospitalaria. Sin embargo, el torero está consciente que la recuperación será larga por el inoportunopercance, ya que estará fuera de circulación varias semanas, lo que le hace perder la presentación en la Plaza México que estaba previsto para la segunda corrida de la Temporada Grande, al lado de Miguel Ángel Perera, con toros de Los Encinos.