Contento se encuentra Arturo Macías por la oreja que pudo pasear ayer en Alicante, pero al mismo tiempo con un poco de coraje porque el palco le negó un segundo trofeo cuando la petición era unánime, como lo comenta en esta entrevista.

-¿A qué te sabe esta oreja?

-Siéndote muy sincero, por un lado me sabe un poco a coraje y rabia, pues le tenía las dos orejas cortadas y el juez sólo me dio una, a pesar de la bronca monumental que le echó la gente. Por el otro, me sabe a un disfrute, pues fue una faena como a mí me gusta, muy a la mexicana. El pilar de la faena fue el temple, por ambos lados llevé las embestidas muy despacito. Claro, sé que puedo torear aún mejor.

-Además, ya te hacía falta volver a tocar pelo...

-Así es y, precisamente por la misma necesidad, esa segunda oreja que no me quiso dar el juez me hubiera venido de perlas.Lo bonito fue la impronta que dejé entre los aficionados, y la manera enla que se volcó la prensa española con esta faena.

-¿Cuáles fueron las cualidades de ese toro?

-Ante todo, tenía mucha movilidad, e incluso lo pasé con un puyazo muy chiquito, algo bueno pues aquí en Alicante sí se permite que los toros reciban sólo una vara. Ese fue un volado, apostando por el toro, y me salió, pues ya en la muleta se desplazó muy bien, con fondo de bravura y aguantó muchos muletazos.

-¿Y la la faena?

- Larga, no como son normalmente en España. Las tandas fueron de hasta seis muletazos, algo que caló en los tendidos, y pude templar muy bien al toro, llevarlo toreado gustándome mucho y con variedad.

-Vaya que fue una faena a tu gusto...

-La verdad es que sí, fue una faena que disfruté mucho. He mejorado técnica y estéticamente, reflejo de lo mucho que he entrenado, que he estado metido en el campo.

-Taurinamente hablando, ¿en qué crees que has mejorado más?

-En muchos aspectos. Estoy toreando mucho con la bamba de la muleta, no le pierdo pasos a los toros, sino que me quedo en el sitio para obligarlos a repetir y les dejo la muleta en la cara. He agarrado mucha suavidad en los toques, y he apredido a conocer y  lidiar al toro español. También he trabajado mucho en la estética, quedarme más derecho y usar mejor la cintura y las muñecas.

-¿Te ha costado mucho trabajo adaptarte al toro español?

-No, digo, yo sabía que iba a ser difícil y he tenido que pagar mi tributo para poder estar toreando, que ha sido derramado sangre y muchas volteretas, y todo eso es arriesgar para entender al toro de aquí y el concepto que me inculca Antonio Corbacho. Al principio fue complicado acoplarme con el toro español, pero poco a poco lo es menos.

-¿Qué tal el público de ayer?

-Maravilloso, ha sido de los momentos más emocionantes desde que estoy en España. Por ejemplo, al torear al primer toro, un grupo de aficionados empezó a gritar "¡México, México!", y eran españoles, fue algo muy bonito. El público me apoyó y siempre estuvo conmigo.

-¿Qué te pareció la actuación de El Bam-Bam?

-Muy buena, estuvo realmente bien, con gran porte y presencia; es un estupendo torero. A mí me da mucho gusto poder darle la oportunidad de venir a España a un miembro de mi familia taurina, como lo digo yo a mi cuadrilla, y espero en otras temporadas traer a más gente, como al picador Nacho Meléndez.