Por este recoleto coso de Ciudad Satélite, localizado en Naucalpan, levantado por el doctor Alberto Narváez en 1966, pasaron una gran cantidad de novilleros como becerristas o aficionados prácticos, pero también matadores de toros. Y en su día se convirtió, como la Plaza Arroyo de Tlalpan, en un escenario alternativa para la Fiesta Brava a la zona conurbada de la capital mexicana.

Con el impulso del inolvidable promotor y excelente persona Lalo Cuevas, la Peña "Don Difi" organizó exitosas temporadas novilleriles de las que surgieron toreros muy importantes y también algunas figuras del toreo, caso concreto, y quizá el más significativo, el del maestro Jorge Gutiérrez.

Pero por su ruedo pasaron generaciones enteras de toreros gracias a esas iniciativas como la de Lalo Cuevas, o la que, hace dos décadas, protagonizaron Carlos Quintana y Dick Acha como empresarios con los festejos de oportunidad patrocinados por la marca Fundador, y en las que se lidiaron toros con un trapío impresionante y ayudaron a relanzar a varios espadas, como el caso de Marcial Herce o Antonio Bricio, por citar sólo a los más destacados de aquellas temporadas que no se olvidan.

Con la demolición de la plaza de Saltillo, la de "El Relicario" de Puebla, que está por caer también, y ahora "La Florecita", parece que, poco a poco, la piqueta hace presa de esos recintos taurinos donde tantas veces, la gloria y la grandeza del toreo vivieron momentos para el recuerdo.