Tras permanecer cinco meses en España, donde toreó igual número de corridas, Octavio García "El Payo" regresó a México para cumplir con una serie de festejos en lo que resta del año, asegurando que viene con bríos renovados en esta etapa como matador de toros, en la que cumplió 17 años de alternativa.
"Me siento muy contento y con la ilusión renovada, ya que estos dos años que he estado haciendo campaña en España han sido de crecimiento, de buscar profundizar en mi toreo y de crecer como torero y persona. Me han llenado mucho personalmente y esto es una expresión del alma y creo que la manera más pura de un artista que tiene de darse a conocer es, de verdad enseñando lo que lleva adentro y no lo que todos los demás quieren ver de él".
Esta mentalidad será la que podrán apreciar los aficionados que acudirán a las corridas que el queretano tiene agendadas en Monterrey el próximo domingo, en Ciudad Lerdo, el sábado 22, mano a mano con Arturo Gilio; el domingo 30 en Guadalajara, con Roca Rey y Gilio; el domingo 7 de diciembre en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, y el 1 jueves de enero en Apizaco, Tlaxcala.
"Seguramente cerraré el año tanto en Juriquilla como en San Juan del Río, el 25 de diciembre. A falta de la plaza Santa María, de Querétaro, que sigue cerrada, el municipio de San Juan ha querido acoger la fecha con mucho cariño porque la afición local se sienten identificada con la fecha, y este año me volvieron a pedir que diéramos la corrida y que formáramos parte ella. La intención es que la Corrida de Navidad se haga institucional en San Juan del Río".
En los últimos dos años, El Payo ha hecho campaña en España, actuando en 10 corridas de toros donde ha cortado 13 orejas.
"Han sido dos años de evolución en los que me quise ir a buscar abrir nuevas fronteras, a crecer como torero y, sobre todo, ver el nivel del día a día que exige allá, que no es que no lo exija aquí, pero las temporadas allá son mucho más continuas, más intensas, a la mejor en menos meses, pero aquí se alarga todo el año, parece menos intensa y creo que me ha servido muchísimo, como persona y como torero".
Dijo ser un privilegiado de ejercer esta profesión a pesar de los ataques antitaurinos que ha recibido el gremio.
Alternativado el 26 de octubre de 2008 en la plaza "Vicente Segura", de Pachuca, Hidalgo, de manos de Morante de la Puebla y con el testimonio de Ignacio Garibay y Sebastián Castella, con el toro "Tauromágico", de Fernando de la Mora, El Payo reveló por qué siempre ha sido un torero que no se sale de los cánones clásicos.
"Es una decisión que tomé hace muchos años, por una anécdota, precisamente: Toreaban mano a mano el maestro José Tomás y Joselito Adame en Plaza México, y uno de mis amigos le preguntó al maestro que por qué esa confrontación no era conmigo, a lo que le contestó que porque a mí me hacía falta definir lo que yo quería en el toreo. Ese comentario me marcó mucho porque creo que, muchas veces, cuando empiezas, te dejas arrastrar un por la inercia y necesidad del triunfo y por su efectividad. Sin embargo, creo que hay etapas en la carrera de un torero en la que uno tiene que sacrificar ese triunfo momentáneo por intentar llegar a la meta que de verdad quieres.
"Fue complicado tomar esa decisión, pero estoy convencido que es la única manera en la que me gusta estar delante del toro. Creo que cuando no era fiel a mi concepto había tardes de triunfo en las cuales me sentía muy vacío y tardes en las que a la mejor no triunfaba y me sentía muy lleno. Creo que este es un ejercicio espiritual, un ejercicio del alma y si no interpretas el toreo que tú llevas dentro, el que estás convencido que es el que tienes qué hacer, creo que la gente te lo toma de esa misma manera. Por eso, desde hace varios años intento torear cada vez más para mí, y cuando un toro me lo permite, soy capaz de emocionar".
En contraparte, el torero queretano habló también del toreo efectista, que no va con su personalidad ni su concepto.
"Sé que no ha sido difícil y que he tenido ciertos reencuentros conmigo mismo en este proceso. Estoy convencido de que los que han sido seguidores míos, con lo que se llenan el alma es con ese tipo de toreo y no con el toreo efectista, que a la mejor podría buscar por encontrar triunfar de una manera más superficial".
"Yo lo he intentado interpretar siempre, y mi actitud en la plaza ha sido transparente, para bien o para mal. El día que no lo veo claro se me nota mucho, y el día que lo veo claro, también se percibe. Me siento un privilegiado de que la gente capte lo bueno y lo malo con eficacia y rapidez, y cuando logro cuajar un toro o dar un muletazo sé que mi toreo trasciende, como también cuando no salen las cosas creo molestia en el público. Eso para mucha gente a lo mejor es malo, pero yo creo que siempre es bueno nunca pasar desapercibido como torero", finalizó.