Una noche plena de emoción y recuerdos se vivió en el escenario del teatro "Fernando Calderón", estelarizada por el extraordinario músico mexicano Carlos Prieto, quien acompañó a Alfonso Vázquez Sosa y a Manuel F. Sescosse, en la presentación del libro "Mi vida musical ".
Un numeroso público respetuoso y expectante, acudió a la invitación formulada por la Sociedad Amigos de Zacatecas, el capítulo Zacatecas del Seminario de Cultura Mexicana, la Unidad Académica de Artes de la UAZ, y el Instituto Zacatecano de Cultura "Ramón López Velarde".
El maestro Alfonso Vázquez Sosa, director de la Unidad Académica de Artes de la Universidad zacatecana, tuvo a su cargo la presentación de una obra que encarna una vida extraordinaria dedicada a la música, la diplomacia cultural y la promoción de la creación artística.
Vázquez Sosa señaló que este músico mexicano representa una metamorfosis única en la historia de la música contemporánea. Durante casi medio siglo ha actuado en los escenarios mas importantes del planeta, su trayectoria como concertista lo ha consolido como el violonchelista mas destacado y trascendente de México.
Le expresó Alfonso al maestro Prieto, un profundo agradecimiento por su presencia en Zacatecas y por compartir un extraordinario testimonio de una vida dedicada a la música y a la cultura.
Un testimonio taurino...
El ganadero de Boquilla del Carmen y empresario taurino Manuel Sescosse, amigo de Carlos Prieto, hizo referencia a su vida dentro y fuera de los escenarios musicales. Recordó que don Carlos ha sido un buen aficionado a los toros y asiduo asistente, cuando el tiempo se lo permitía, a su barrera en la Plaza México.
Durante su intervención, Prieto ratificó lo dicho por Sescosse al recordar que en el año 1962 invitó al genial músico ruso Igor Stravinski a su esposa Vera de Bosset, a Robert Craft y a su hermano Juan Luis, a presenciar una corrida en el coso capitalino.
Lo hizo Carlos, ya que Igor le había manifestado con anterioridad su afición a los toros, recordando su asistencia a corridas en cosos españoles, en compañía de Pablo Picasso, Manuel de Falla y el bailarín ruso Vaslav Nipis.
Para el público reunido en el Teatro Calderón fue una grata sorpresa, el saber de la afición de Carlos Prieto a la tauromaquia. Un fuerte aplauso rubricó la expresión del artista, al contar la anécdota vivida con Igor Stravinski.