Bajo la dirección artística de Alejandra Espinosa y teniendo como locación el campo bravo zacatecano, donde se llevó a cabo un hermoso espectáculo muy acorde a la celebración del Día de Muertos del presente año con la participación estelar de El Sigala.

Alejandro vestido regiamente de grana y oro estuvo acompañado por dos catrinas personificadas por Tayde Rodríguez y Melissa Saldívar, quienes le acompañaron al inicio de la parte taurina que tuvo lugar en la placita de tienta de la dehesa zacatecana y bellamente maquilladas por Fer Galmar.

Alejandro hizo frente a un novillo de la dehesa de San Antonio de Triana (de los herederos Escobedo Ibargüengoitia), fue ayudado a lo largo de la lidia por el subalterno zacatecano Rodolfo Martínez "El Rorro" y el novillero también zacatecano Sergio Gerardo Delgado Salazar.

Mientras caía la tarde otoñal en el rancho ganadero de Sergio y un ruedo bellamente adornado con 16 antorchas encendidos, Alejandro comentó  que "Torero y Catrina es una producción que nace de la frase. "Los toreros se visten de oro y de seda para tener una cita con la muerte", coquetean con ella poniéndose frente a las astas de los toros una y otra vez sin importar las consecuencias que ello pueda implicar, y aun sufriendo la heridas vuelven al ruedo como si de un amor pasional se tratara".

Atento a observar cómo se movía el novillo en el ruedo de la plaza de tienta, Alejandro recordó que la catrina representa la muerte siempre presente en los ruedos a veces del toro y a veces del torero.

Luego de lidiar con el capote al novillo de San Antonio de Triana, El Sigala le pidió al Rorro cubrir  el segundo tercio y acto seguido tomó la muleta para iniciar el trasteo ante el interés y la expectación de las personas que observaban el desarrollo de la lidia en el palco de invitados. Se dirigió al palco para expresar un sentido agradecimiento al ganadero Sergio Rojas y su familia y a quien le arrojó la "montera" en un gesto de cortesía y amistad.

El novillo no era fácil y puso a prueba a Rodríguez, quien le cuajó excelentes ayudados por bajo mientras que por el lado izquierdo la embestida del novillo de acortaba y ello deslucía los muletazos, pero que no quitó un ápice el esfuerzo de esta puesta en escena tan atractiva, captada por Humberto Ríos.

Prácticamente ya de noche, y sólo con la luz  de las antorchas, El Sigala manifestó que la muerte; es un radical personaje que al entrar en acción la vida ya no tiene retorno, un día sus frías manos tomarán las nuestras y con un beso nos robará el soplo que un día el Creador nos dio.

Agregó con una voz clara y firme que vivamos la vida con intensidad para cuándo llegue la muerte partir con la satisfacción de haber peleado hasta el final como un toro bravo.

Finalmente, luego de los agradecimientos "El Sigala " comentó que  esta producción se planeó y planteó con el fin de darle difusión a la tauromaquia sobre todo para quienes no la conocen y crear una nueva afición promoviendo además tres de nuestra tradiciones más emblemáticas: Tauromaquia, Charrería y Día de Muertos, las cuales son las esencia de México.