Francés, matador, escritor, intelectual, empresario, apoderado, ganadero… así define la web EFE verde a Simón Casas. Todo eso y mucho más es. Bernard Domb (su nombre original), francés, judío, de madre turca y padre polaco, nacido hace 78 años en Gard, tras lanzarse como espontáneo en una faena de Antonio Ordóñez, tomó alternativa medio siglo atrás en Nimes. Por un día, pues al otro se cortó la coleta.
Un buscavidas (según Antonio Lorca) y un buscador de identidades (según él). "He sido un pícaro por necesidad; ahora soy un aventurero intelectual, un artista".
Autor de siete libros disímiles como: "La corrida perfecta", "Manchas de tinta y sangre", "Pases y pases", y la novela policial "Asesinato en el cine Ideal". Conversador asaz de sí mismo. Redactor de autorretratos que colorea con citas de lecturas prolijas como Freud, Lacan, Céline, Ciorán, Bataille o Graham Greene… Pero también "un business, personalidad específica". confiesa.
"Productor de arte", se autodenomina. Gestor, entre otras muchas plazas importantes, de la primera del mundo, Las Ventas de Madrid, y la primera de Francia, el bimilenario Coliseo de Nimes... Expresidente de la asociación española de empresarios taurinos ANOET. Representante de muchos toreros, ahora del increíblemente ultra contratado Alejandro Talavante, solo superado este año en la estadística por Roca Rey. Criador de reses, y además, socio del también polifacético político-empresario mexicano Pedro Haces "Don Bull", en Holding Simon Casas Apoderamiento, S.L.
Un múltiple, un ecléctico, un actor, un personaje autointerpretado…, un self made del hambre a la cima, un español vocacional, un hombre que puede ser todos los hombres, según su propio símil con "el inmortal" de Borges en "El Aleph". Diferente...
–Mi diferencia es una agresión para los demás... No soy esquizofrénico, pero podría decir que mi condición esencial lo es.
–Pero no toma posición –le replica su entrevistadora Karina Sainz Borgo para el periódico digital Vozpopuli. Gran contrapunto colgado en su propio portal www.simoncasasproduction.com.
–Dicen que es usted un encantador de serpientes –insiste ella.
–El hecho de que yo hable cuando ellos se quedan mudos no les gusta. Pero me ven bien profesionalmente… me aceptan. Me ven como un posible salvador de la tauromaquia.
Quizá en consonancia con esa presunción mesiánica, es que ha declarado esta semana su "no" a la "modernizante" propuesta de corrida incruenta lanzada por su peculiar e influyente socio mexicano. Sin embargo, enseguida matiza (¿o niega?) el deslinde agregando: "Mi única preocupación es la legalidad de la tauromaquia en México".
Claro, la "legalidad" es histórica y geográficamente aleatoria. Le va. Y mañana, la nueva que buscan imponer en México su amigo diputado del partido de gobierno (Morena) y la presidenta de la república doña Claudia Sheinbaum, quizás agotará sus diferencias y su imagen de salvador del culto primigenio. Para unos, creo. No serán muchos, o al menos no los que deciden. Pues la primera reacción ha sido refrendarlo por cuatro años más al mando de la plaza de Nimes.
Propio héroe de la posmodernidad taurina. Una vez vi una corrida a su lado en el callejón de Cañaveralejo (inmerso), otra nos topamos en los corrales (abajo, cerca de los toros) durante un sorteo, a más de cruces ocasionales en muchas partes, el resto de lejos.