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El arte de negociar el futuro de la tauromaquia

Sábado, 16 Nov 2024    Guadalajara, Jal.    Antonio Casanueva | Foto: IA   
"...Adaptarse y comprometerse con la sensibilidad del siglo XXI..."
La Cámara de Diputados aprobó reformas a los artículos 3, 4 y 73 de la Constitución Mexicana para prohibir el maltrato animal y garantizar su conservación y cuidado. En este contexto, los diputados y líderes de Morena, Ricardo Monreal y Pedro Haces, hicieron declaraciones en torno a las corridas de toros en donde insinuaban un espectáculo modernizado y sin sangre. 

Tres herramientas para negociar el futuro

Lo que podría parecer una amenaza inquietante, puede transformarse en una gran oportunidad si el gremio taurino logra influir en la redacción y publicación de las leyes secundarias. Para ello, analizaré algunos principios fundamentales de teoría de negociación que pueden proporcionar herramientas relevantes para abordar esta situación. En particular, me parece que hay tres conceptos que pueden resultar útiles: 1) El enmarcamiento, para  redefinir la narrativa; 2) el pensamiento divergente, para generar nuevas alternativas; 3) la psicología cognitiva, para comprender y persuadir.

Los profesores Daniel Kahneman y Amos Tversky, en su célebre Prospect Theory, explicaron que un mismo problema puede ser interpretado de diferentes maneras dependiendo de cómo se enmarca la información. 

Enmarcar adecuadamente el debate es clave para influir en cómo las partes perciben una negociación. En lugar de posicionar la tauromaquia como una tradición amenazada, debemos enmarcarla como un modelo innovador de conservación y bienestar animal. Es fundamental evitar dicotomías como abolición frente a preservación y la mención de las corridas incruentas, que llevarían a la desaparición de los toros.

El debate debe plantearse como una oportunidad para engrandecer la naturaleza del toro de lidia, una especie endémica mexicana (Eusebi, et. al, 2017), de modernizar el espectáculo taurino y de enriquecer nuestro patrimonio cultural.

El mensaje es claro: modernizar no significa abandonar, sino perfeccionar.

Para avanzar, es esencial recurrir al pensamiento divergente (Guilford, 1957), generando alternativas que permitan encontrar puntos de acuerdo. Podría proponerse a los diputados la creación de un Consejo Científico Taurino, compuesto por veterinarios, académicos, genetistas, ganaderos y expertos en bienestar animal, para evaluar y certificar prácticas relacionadas con el toro bravo. En España, investigaciones han demostrado que la corrida tradicional que incluye la suerte de varas genera menos estrés y dolor que los festejos de recortadores, donde no hay sangre (Illera, et al., 2007). 

Modernización desde la tradición

Es esencial rediseñar los utensilios de la lidia para reducir el impacto visual y físico, preservando siempre la esencia de la tauromaquia. Con artefactos adecuados, manufacturados con materiales modernos se resaltaría la grandeza del toro bravo y se reviviría el tercio de quites, lo que permitiría tener un espectáculo más dinámico, entretenido y con menos sangre (Fernández, 2021). 

Las mejoras en los utensilios deben evaluarse dentro de un marco técnico y transparente, liderado por un organismo autónomo y multidisciplinario, como el Consejo Científico Taurino. Este Consejo validaría científicamente las prácticas de las corridas bajo estándares de bienestar animal, reflejando el compromiso del gremio taurino con los valores contemporáneos. Además, colaboraría con instituciones académicas (p.ej., la UNAM y INIFAP) para publicar informes anuales sobre el impacto de las prácticas taurinas y desarrollar programas piloto que evalúen nuevos protocolos y utensilios en plazas clave. Así, el Consejo actuaría como un vínculo entre el legado histórico de la tauromaquia y las exigencias actuales, posicionándola como un modelo de conservación y bienestar animal en México.

Este Consejo no solo proporcionará evidencia técnica, sino que también actuará como un mediador confiable entre el gremio taurino y los tomadores de decisiones en el Congreso, fortaleciendo la legitimidad de las propuestas. Al servir como un puente entre tradición y modernización, el Consejo permitirá al gremio taurino demostrar su compromiso con los valores constitucionales de protección animal, abriendo espacios de diálogo y colaboración con los legisladores.

Las claves para una negociación efectiva incluyen conocer a la contraparte: entender sus intereses, prioridades y aversiones permite diseñar un marco atractivo. Lo sucedido la semana pasada en la Cámara de Diputados, permite al sector taurino entender con quién se tendrán que sentar a revisar las leyes secundarias, lo que da una oportunidad para estudiar y planear.

Hay que evitar caer en sesgos cognitivos (Bazerman & Moore, 2012) como el exceso de confianza, la escalada de compromiso, el sesgo de anclaje o la aversión a las pérdidas que afectan cómo las personas evalúan ofertas y riesgos.

Una buena negociación busca alinear intereses, en este caso, todos queremos lo mejor para los animales, para el toro de lidia y por eso la propuesta debe hacerse basándonos en datos y no en suposiciones. Los negociadores tienen que ser flexibles y estar dispuestos a adaptar el marco según las reacciones de la otra parte.

Tauromaquia en el siglo XXI

La coyuntura actual ofrece una oportunidad única para que la tauromaquia demuestre su capacidad de adaptarse y comprometerse con la sensibilidad del siglo XXI. La clave no está en resistir los cambios, sino en liderarlos, enmarcando la tauromaquia como un ejemplo de tradición cultural que puede modernizarse sin perder su esencia. Iniciativas como el Consejo Científico Taurino y los estándares de bienestar animal fundamentados en evidencia científica no solo refuerzan la legitimidad de la tauromaquia, sino que también promueven un diálogo más constructivo con legisladores y sociedad.

El gremio taurino debe asumir el liderazgo no solo como defensor de su tradición, sino como innovador en la preservación de un patrimonio cultural que puede inspirar a otras tradiciones alrededor del mundo. Al liderar este cambio, los taurinos no solo aseguraremos la permanencia de la tauromaquia en México, sino que también la posicionaremos como un modelo vibrante, relevante y respetado en un contexto global. Con creatividad, preparación y datos sólidos, el gremio puede convertir este desafío en su mayor oportunidad para trascender, mostrando que las tradiciones culturales pueden evolucionar en armonía con los valores contemporáneos.

Bibliografía

Bazerman, M. H., & Moore, D. A. (2012). Judgment in Managerial Decision Making. John Wiley & Sons.

Eusebi, P. G., Cortés, O., Dunner, S., & Cañón, J. (2017). Genetic diversity of the Mexican Lidia bovine breed and its divergence from the Spanish population. Journal of Animal breeding and Genetics, 134(4), 332-339.

Fernández, J. (2021). Descubriendo el Toro de Lidia. Auditoría de la corrida de toros a través de sus útiles. Madrid, Fundación Satine

Guilford, J. P. (1957). Creative abilities in the arts. Psychological review, 64(2), 110.

Kahneman, D., & Tversky, A. (1979). Prospect theory: An analysis of decision under risk. Econometrica, 47(2), 263-291.

Illera, J. C., Gil, F., & Silván, G. (2007). Regulación neuroendocrina del estrés y dolor en el toro de Lidia (Bos Taurus l.): estudio preliminar. Revista Complutense de Ciencias Veterinarias, 2, 1-6.


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