Con un tema tan original como desconocido, como es "Los superhéroes y la tauromaquia", fue la excelente conferencia ofrecida por el joven aficionado y licenciado en Letras Rafael Aragón, quien durante 45 minutos mantuvo el interés del público que acudió a la Sala "Mauricio Magdaleno" de la Cineteca de Zacatecas, en otro de los eventos del Ciclo Cultural Taurino, patrocinado por la empresa Don Bull Productions.

Mediante una exposición ágil y profusamente ilustrada con imágenes llamativas y vinculantes, Aragón hizo un recuento de la historia del toro en las distintas civilizaciones, desde la antigüedad hasta nuestros días, antes de adentrarse en el tema central de una charla que despertó expectación: los superhéroes y su contacto con el espectáculo taurino. Una atractiva lista de cómics con historietas taurinas cobró vida en la pantalla, donde lucieron las viñetas de los grandes dibujantes de distintas épocas.

Una larga ovación para Rafael Aragón fue el parteaguas de la segunda parte de este encuentro, mismo que fue moderado atinadamente por Gabriela Marcial, directora de la Cineteca Zacatecas, que se dijo no ser aficionada a la Fiesta, pero sí estar atenta a las distintas expresiones culturales en un foro donde no se juzga a la tauromaquia, sino que se mira con curiosidad, y de la que hay que procurar estar informados para tener una opinión más respetuosa.

Y antes de entrar en materia, para saber si los toreros son los superhéroes de la época actual, el comentarista taurino Felipe Salazar hizo una brillante introducción sobre la importancia de la imagen del torero y cómo es que ha tenido que sobreponerse a los continuos ataques de desprestigio por parte de un sector de la sociedad en la que se han trastocado los valores, a través de la humanización del animal.

En su intervención, el matador Antonio Romero comentó su gravísima cornada sufrida en la Plaza México, y los detalles que lo llevaron a superar aquel difícil trance, que tantas enseñanzas le dejó para su vida diaria, y aseguró que todos somos héroes de nuestra propia existencia, y así debemos comportarnos con los demás, procurando mantener una constante empatía hacia los seres humanos.

A Gabriela siempre le pareció fonéticamente muy fuerte la palabra "toro" cuando escuchaba aquel nombre del personaje de "Pepe El Toro", o los apellidos del actor Benicio del Toro o del director Guillermo del Toro, y ella puso sobre la mesa el asunto de la tauromaquia ante las nuevas generaciones, y la tertulia se dirigió hacia las tecnologías de vanguardia, y cómo es que su amplia influencia ha construido otros valores que suelen alejarnos como personas, según explicó Salazar.

La charla concluyó con el torero como un hombre perteneciente a una sociedad estructurada y congruente, sin doble moral, a la que le urge reflexionar acerca de lo verdaderamente trascendente. En este sentido, la tauromaquia exhibe el enfrentamiento con la muerte, representada por un toro, como una clara muestra de la reivindicación de la vida, de la que el torero es su principal protagonista.