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El toro "curvista" y multicolor de Montoya

Miércoles, 03 Jul 2024    CDMX    Redacción | Infografía: LM   
El pintor colombiano Diego Montoya se inspira en este bello animal
El pintor colombiano Diego Montoya, afincado en Zacatecas desde hace varios años, se aficionó a los toros cuando era niño a través de su padre, Luis Ángel Montoya Franco, ya fallecido, en su natal Roldanillo, departamento del Valle del cauca, allá en Colombia.

"Mi lugar de origen está al noroccidente colombiano, hacia el Pacífico y tiene unos 60 mil habitantes", comienza el relato el pintor nacido el 28 de febrero de 1972. Cuenta que su padre, quien trabajaba en un ingenio azucarero cortando caña, no era una persona pudiente económicamente y no fue nunca a una plaza de toros, pero le gustaban y seguía las transmisiones de las corridas a través de la radio.

"Cuando niño me sentaba a un lado de él para que me explicara qué era eso, ya que él sabía mucho y hasta daba charlas con sus amigos. Con el tiempo pudo comprar un televisor y comenzamos a ver las corridas. Él nunca fue a una corrida de toros".

Al correr de los años de estudios, Diego pasaba siempre frente al Museo "Omar Rayo", originario también del lugar y catedrático artístico del mismo.

"Este museo direccionó un poquito mi vida profesional o me dio esa influencia para terminar profesionalmente haciendo arte, música y pintura. Me hice muy amigo del maestro Omar Rayo y en una de las exposiciones se invitó al maestro, pintor y escultor Manuel Felguérez, quien a su vez nos invitó a venir con una exposición a Zacatecas, ese fue mi primer contacto con México, en el 2005".

El maestro Felguérez les había comentado que estaba construyendo un museo de arte abstracto, por lo que no dudaron en atender la invitación.

"Al traer mi exposición fue aquí donde tuve el primer contacto con el toro bravo y la cultura taurina de México, ya que en Colombia tampoco había ido a una corrida. En recuerdo a mi padre, por esa habilidad y talento que tenía para hablar de toros sin haber ido a una corrida y a su vez transmitírmelo, quise hacer el trabajo de un toro que, más que representativo, tuviera que ver con mi trabajo artístico y elegí al toro de las carreteras, el toro de Osborne".

La pintura que Diego traza en lienzo es lo que se llama "curvismo", con la que da vivencia a su trabajo.

"Quise tomar como ejemplo la silueta del toro de Osborne para llevarlo a mi trabajo. Le llamo ‘El toro de Osborne curvismo’ y es como hacerle un homenaje a este hermoso animal que, en esta obra, tiene un fondo que es una síntesis del paisaje".

"El poeta zacatecano Manuel López Velarde, dice que en un poema ‘Zacatecas tiene un cielo cruel y una tierra colorada’ y con mi trabajo hago una síntesis de ese Zacatecas que él describe. El cielo es muy azul profundo y bello y esa característica de la tierra. Coloco en primer plano la belleza de la silueta del toro de Osborne, pero en el interior hay un curvismo que dibuja esa bravía, esa fuerza, ese dinamismo y esa belleza del toro".

Desde su llegada en el 2005 a Zacatecas, donde ahora radica, el artista Diego Montoya ha realizado diversas exposiciones en las que ha buscado mostrar su talento y seguir adelante, con el imborrable recuerdo de su padre, que le hizo aficionarse a los toros.


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