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La coincidencia entre Joselito y Carranza

Jueves, 16 May 2024    CDMX    Eduardo Heftye | Infografía: LM   
Dos acontecimientos que marcaron la Fiesta de México y España
Los seres humanos recordamos y, a veces memorizamos, fechas importantes o significativas a lo largo de nuestra vida, tales momentos memorables pueden ser de muy diferente índole: El nacimiento, bautismo, primera comunión, e incluso, la del inicio del noviazgo o la pedida de matrimonio. 

Y aunque no queramos, la de la muerte de los padres, o seres queridos, los aficionados a los toros, quizá más. Somos proclives a marcar en nuestro calendario mental, sucesos que nos han significado, como la de alguna faena memorable; las alternativas de matadores de toros que han marcado nuestra afición; de graves cornadas y lesiones, e inclusive es inolvidable, aunque a veces vago en detalles, nuestra primera asistencia a un festejo taurino.

Aquí debe subrayarse que para el toreo mexicano y la historia universal hay una inolvidable, el 16 de mayo de 1920, quedó marcado con tinta indeleble por un par de motivos realmente trascendentes. En primer lugar, por la tragedia que se vivió en la plaza de toros de Talavera de la Reina, en España, cuando el toro "Bailaor" de la ganadería de la Viuda de Ortega –lidiado en quinto lugar– le infirió una cornada mortal en el vientre a José Gómez Ortega, quien en ese entonces era mucho más conocido como Gallito –con ese apodo se anunciaba en los carteles– y que, curiosamente, con el transcurso del tiempo ha resultado más conocido como Joselito.

Para una gran cantidad de escritores profesionales y amateurs, y desde luego aficionados a la tauromaquia, quienes, con la muerte de Joselito, todo les cambió e inclusive, dejaron de asistir a los festejos taurinos. Había un duelo taurino generalizado, por la trágica muerte del entonces considerado el mejor torero del mundo, que, por su gran dominio del toro y de los terrenos, por sus notables facultades y, muy especialmente, por su precoz conocimiento de los secretos del toreo, emocionaba, convencía y cimentaba la historia de la tauromaquia. 

En la fecha de su muerte contaba tan solo con 25 años de edad y tenía ya algunos años como mandón en la fiesta de los toros. Desafortunadamente, José Gómez Ortega no pudo torear en la República Mexicana, toda vez que el 11 de octubre de 1914 don Venustiano Carranza, quien en ese entonces ejercía el Poder Ejecutivo en el país ostentando el título de Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, decretó la prohibición de la fiesta de los toros en todo el territorio nacional. 

Carranza consideraba que "la diversión de los toros provoca sentimientos sanguinarios, que, por desgracia, han sido el baldón de nuestra raza a través de la historia, y en los actuales momentos, incentivo para las malas pasiones". Unos años después, al ser forzado Venustiano Carranza a dejar la Ciudad de México, por cuestiones políticas, e intentar refugiarse en el puerto de Veracruz, el Congreso de la Unión decidió levantar la prohibición de la fiesta de los toros, reanudándose la realización de festejos taurinos en la Ciudad de México, precisamente a partir del 16 de mayo de 1920, cuando aún Carranza ocupaba la presidencia del país, aunque fue asesinado unos días después, el 21 de mayo de 1920.

Esto significa que, casualmente, en la misma fecha en que lamentablemente falleció Joselito en Talavera de la Reina, en México se reanudaron los festejos taurinos, prácticamente cuatro años después de su prohibición. El cartel estuvo integrado por Juan Silveti y el sevillano José Corzo "Corcito", con astados de la afamada ganadería de San Mateo.

Por tanto, podemos afirmar que la Fiesta tiene coincidencias y claroscuros. Ese 16 de mayo de 1920 constituye una sombra en el toreo universal y, paralelamente, una luz en el toreo mexicano.


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