El matador de toros Antonio Duarte "El Nayarit" falleció esta mañana a la edad de 86 años en la ciudad de Guadalajara, donde vivía desde hace varias décadas y había desarrollado su carrera taurina, en la que también se dedicó a preparar a varios toreros, entre los que sobresalió el malogrado Alfredo Padilla "Minuto".
Nacido en Tequila, Jalisco, el 2 de septiembre de 1937, se presentó presentación como novillero en la Plaza México el 6 de mayo de 1962, con el novillo "Chapucero", de la ganadería de Cerralvo. Aquella tarde alternó con Gregorio Vilchis, Julio Garza, David Sánchez "El Campa", Roberto Segovia y Tomás Arellano "Juan Diego".
El 17 de noviembre de 1963 ganó "La Oreja de Plata" en La México, la cual disputó con Chano Ramos, Antonio Sánchez, Joel Téllez "El Silverio", Jesús Solórzano y José Luis Merino, con novillos de Santo Domingo. Esta tarde realizó la mejor faena al novillo "Azucarero", malograda con la espada. A pesar de ello, el público lo llamó a dar dos vueltas al ruedo y se llevó el codiciado trofeo.
Este triunfo le valió para torear llegar a una alternativa de mucha categoría, en la misma Plaza México, donde volvió a deslumbrar con su estilo abigarrado, muy en la cuerda de Silverio Pérez y Jorge "El Ranchero" Aguilar, cargado de sentimiento.
El doctorado tuvo lugar el 15 de marzo de 1964 de manos de Paco Camino y como testigo Jaime Rangel, con el toro "Lucerito", del hierro de Jesús Cabrera. Cortó una oreja y causó una magnífica impresión por lo que al domingo siguiente lo volvieron a anunciar con idéntico cartel, pero en esta ocasión con un encierro de Torrecilla.
Su última corrida en La México tuvo lugar el 9 de enero de 1966, al lado de Manuel Capetillo y el español Manuel Cano "El Pireo", nuevamente con toros de Torrecilla.
Al cabo de los años, en que fueron menguando los contratos, y tras haber sufrido un par de cornadas graves, dejó de torear en público pero siguió vinculado al mundo de los novilleros, siendo maestro de varios y descubridor del arrollador Alfredo Padilla "Minuto", que irrumpió con fuerza en los toros por allá de mediados de la década de los ochentas.
Su cuerpo está siendo velado en la Funeraria "Recinto Guadalupe", y está prevista su incineración el día de mañana para que sus cenizas queden depositadas en la Iglesia de San Ignacio de Loyola de Guadalajara. Desde estas breves líneas enviamos nuestras condolencias a su familia. Descanse en paz.