No es frecuente ver que tres empresarios taurinos importantes se asocien, por aquello de que, en esto de los toros, la gente suele ser individualista, acorde con el talante protagónico que cada persona exhibe en el marco de una feria de vanidades vinculada a un espectáculo donde a la inmensa mayoría le gusta figurar.
Sin embargo, aquí se entiende que la participación de Pedro Haces, Juan Pablo Corona y José Luis Alatorre, pretende trabajar por una misma causa derivada de la pasión que cada uno siente por una Fiesta Brava tan necesitada de un auténtico liderazgo, que contribuya a sacarla adelante en tiempos revueltos.
El anuncio de la creación de Ruedo Tres representa una valiosa oportunidad de hacer cosas atractivas, pero sin perder de vista la esencia de lo que debe ser la Fiesta, y con un enfoque distinto que ayude a renovar la ilusión del público y del aficionado, que requiere de nuevas motivaciones para ir a los toros.
Con la Plaza México a unas horas de anunciar los carteles de su reapertura, todo apunta a que Ruedo Tres vendrá a enriquecer este halagüeño panorama, y abonará con ideas creativas que sirvan para ver por dónde tiene que reencauzarse el espectáculo en una etapa crucial para su futuro.
Llegó el momento de aprovechar la próxima celebración de los 500 años de la existencia de la Fiesta en México, que se cumplirán en 2026, para reivindicarla como una tradición cultural, y que el grueso de la sociedad la respete, aunque no comulgue con su compleja filosofía humanista.
Y que de paso respeten a quienes hemos sido educados en esta fe taurina; personas que tenemos la sensibilidad para comprenderla y de emocionarnos cuando un hombre pone en juego la vida en aras de un ideal: el de transmitir sus sentimientos delante de un toro bravo, en un rito sacrificial cargado de un especial misticismo.
Posicionar la imagen de la Fiesta es una tarea complicada pero no imposible, y ahora las circunstancias son favorables para dar un giro hacia aquellos valores que, en su día, la hicieron grande e indispensable para mucha gente, antes de que el mundo entrara en esta vorágine de modernidad que está avasallando con la llegada de las nuevas tecnologías y la inmensa diversidad de ocio del mercado.
De iniciativas tan interesantes como Ruedo Tres depende que la vida de la Fiesta se prolongue durante varios años más. La clave será lo que se ofrezca al público, que de un tiempo a la fecha se ha sentido defraudado y, calladamente, se ha ido alejando.
Recuperar su confianza y gestionar las plazas con profesionalismo y eficiencia, así como lidiar corridas bien presentadas con carteles novedosos, es el desafiante reto para que esta empresa consiga consolidar un liderazgo que marque el rumbo a seguir. Esperemos que Pedro, Juan Pablo y José Luis, tengan mucha suerte en esta difícil y magnífica encomienda, a la que debemos sumarnos con idéntico entusiasmo.