El ganadero Antonio Bañuelos recibió un homenaje por parte del ayuntamiento y la diputación de Burgos, así como de las primeras autoridades de la Junta de Castilla y León, en reconocimiento a sus tres décadas como criador de reses bravas en el Páramo de Masa.

Durante el acto que se realizó en el Teatro Principal de Burgos y ante poco más de 500 personas, entre las que se encontraban el empresario Alberto García, Bañuelos afirmó que le produce vértigo mirar atrás tanto por las situaciones vivías, así como por los peores y mejores momentos.

"Una ganadería de bravo, al cambiar los sementales cada año, se producen comportamientos irregulares que no son capaces de prevenirse porque la selección genética de la bravura no es manipulable, y da saltos, como en las familias de humanos", comentó Bañuelos.

Entre los asistentes también figuró Joselito Adame, que tomó la alternativa con toros de esta ganadería y que ligó quince puertas grandes consecutivas ante toros de este prestigioso hierro, logrando fraguar desde hace varios años una cercana amistad con el ganadero burgalés.