Vivir es una circunstancia...
Domingo, 12 Nov 2023
CDMX
Jorge Raúl Nacif | Foto: Archivo
Texto en recuerdo a dos décadas de la desaparición de David
Dos décadas han transcurrido desde aquella gélida mañana que conmovió a propios y extraños. El torero de la ética, la estética y la patética, decidió poner punto final a su propia vida para trascender al plano que está más allá del universo material.
Taurinos y no taurinos quedaron sin aliento. David Silveti se había suicidado en su casa, allá en el rancho guanajuatense de Salamanca, guarida segura en la que rumiaba la amargura de verse impedido para ejercer la vocación que cada día nutria su alma.
Ya lo había dicho de forma rotunda en alguna conferencia: "Vivir es una circunstancia; torear, una necesidad. Mientras yo esté vivo, tengo que seguir toreando". Sobran las palabras. A veces es mejor morir de una... que en vida estar muriendo cada día.
Así lo entendió David. Él, y sólo él, podrá comprender esta dura decisión y absolutamente nadie podrá entablar juicio alguno. Miembro de una de las dinastías referenciales en la historia del toreo, David Silveti abrevó la esencia de la tauromaquia desde la más tierna edad y su camino lo vio claro desde pequeño.
Como torero, un artista en toda la expresión de la palabra que ejerció su profesión sin trampas ni cartón, a pesar del rosario de percances y cirugías de rodilla que, en determinado momento, le habrían justificado "aliviarse" delante de la cara de los animales bravos.
Como ser humano fue todavía mejor. Nieto, hijo, hermano y padre ejemplar, David siempre se enorgulleció de su fe católica y su apoderada, la Virgen de Guadalupe. Nunca entendió la religiosidad como un elemento decorativo al ejercicio del toreo; por el contrario, buscaba llevarla a la práctica con la coherencia de ser buena persona e hijo de Dios.
Hace dos décadas perdimos a una insigne figura del toreo. Y le echamos de menos. Quizá sea trillado mencionar que aquel día de otoño nació una leyenda, pero no que no se puede soslayar es que El Rey David nos enseño que vivir es solo una circunstancia...
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