Diego Bricio sufrió una fractura en la zona del omoplato izquierdo, de la cual fue intervenido quirúrgicamente con éxito en la ciudad de Guadalajara, tras el fuerte golpe que tuvo el sábado anterior en la plaza de Ojuelos, estando a las órdenes de Antonio García "El Chihuahua".
"Al salir de un par de banderillas el toro me probó, cuando quise rehacer la suerte me quise regresar para volver a empezar, ahí se arrancó y buscando el burladero no me dejó llegar, me alcanzó y me zarandeó, me sacó un par de veces, me volvió a meter e inmediatamente sentí el brazo izquierdo adormecido", comentó.
El propio Bricio narró el como casi de manera inmediata se le nubló la vista a raíz de los fuertes golpes, momentos en que fue auxiliado, entre otros, por El Chihuahua, así como el mozo de espadas de Jorge Hernández Gárate y otros compañeros subalternos que lo llevaron a la ambulancia.
"En el hospital de Ojuelos solamente me estabilizaron, inmediatamente me trasladé a la ciudad de Guadalajara, donde me recibió el doctor Preciado; por la insensibilidad y falta de fuerza su equipo decidió hacerme tomografías y de detectó fractura en el omoplato o escapula izquierda que se dividió hasta en tres o cuatro partes". añadió.
Bricio reconoció que su atención fue casi inmediata y oportuna, pues el mismo domingo a las cuatro de la tarde estaba siendo operado, mediante un procedimiento en el cual se le colocaron un par de placas que permitieron reconstruir la zona afectada.
"Es una fractura que va a requerir varios meses de recuperación. Los doctores hablan de cuatro a seis meses para volver a tener una movilidad al cien en el brazo. Me dieron de alta el martes pasado y ya estoy en casa recuperándome con medicamentos y analgésicos que incluyen el descanso obligatorio", dijo Diego.
Una vez que le quiten las puntadas, y de no existir ningún tipo de complicación, se podrá vislumbrar en proceso de rehabilitación que asegura será prolongada, consciente de que el percance pudo ser incluso hasta de mayores consecuencias, ya que estuvo cerca de perforar uno de los pulmones.
Cabe mencionar que ese toro no le tocaba en turno, pero con el fin de solidarizarse y apoyar a sus compañeros, ejecutó ese par de banderillas a un toro que le correspondía a Diego Sánchez, situación que derivó en el desafortunado episodio que preocupó a los presentes.
"Debo decir que en todo momento estuvo al pendiente el matador Ernesto Castellón y su hermano Érick, que fueron los que me trasladaron de Ojuelos a Guadalajara, donde fui atendido por Diego Cordero, el médico que me operó, con la colaboración de los doctores Oseguera y Preciado. Estoy agradecido con el matador Castellón pues siempre estuvo a mi lado, así como a toda la gente que se ha preocupado por mi salud", finalizó.