La plaza de toros "Cinco Villas" trae grandes recuerdos a Miguel Aguilar, quien este domingo se presenta como matador en el coso de Santiago Cuautlalpan, en la corrida de fiestas patrias. Fue en esta plaza, poco tiempo después de ser inaugurada, donde el joven torero de Aguascalientes participó en una tienta pública de la Academia Taurina, cuando apenas tenía 11 años.
"Fuimos varios niños toreros a esa tienta pública en la que se lidiaron ejemplares de Guadalupe. Después toreé un festival de niño torero en 2014 y debuté sin caballos ahí mismo el 11 de junio de 2016 y a los dos meses, el 6 de agosto, volví a torear otra novillada. Tengo muy buenos recuerdos de esa plaza".
El domingo está anunciado al lado de José Mauricio y Héctor Gutiérrez para lidiar un encierro de José Julián Llaguno, en el festejo que comenzará a las 13:00 horas y será transmitido por la plataforma internacional de Tauronet.Tv, que cederá su señal a Onetoro.
"Me ilusiona mucho, creo que va a ser una corrida que personalmente me va a dar bastante porque va a tener mucha visibilidad en toro el mundo taurino, ya que sabemos que se va a retransmitir por muchas partes y eso es un aliciente más para querer estar mucho mejor. Sé que es un cartel importante porque al final estoy anunciado con dos toreros que ahora mismo son muy importantes", señaló.
Destacó la jerarquía de José Mauricio y sobre todo el poder compartir con él otra vez, lo mismo que con Gutiérrez, su paisano y amigo, que goza de un gran nivel y posición en la actualidad. "De esa ganadería nunca he lidiado, y la verdad que tengo mucha ilusión de hacerlo y poder mostrar mi auténtico fondo como torero y qué mejor que cortando las orejas esa tarde", agregó.
A manera de preparación en el campo, Aguilar ha estado entrenando en las ganaderías de La Venta del Romero, El garambullo y San José de Buenavista. Con apenas 22 corridas de toros y el corte de 19 orejas desde la tarde de su alternativa en la Plaza México, el 5 de febrero de 2022, Aguilar poco a poco va agarrando el ritmo que necesita.
"Mi temporada va un poquito lenta, con pocas corridas de toros, sin embargo, trabajando mucho en mi persona, en mi cabeza, en mi técnica y en mis ilusiones. No podría decir que es un año productivo porque te mentiría, pero estoy creciendo mucho y ese es un privilegio que estoy viviendo ahora", dijo.
En esa lucha constante de evolución, el hidrocálido se mantiene firme en crecer cada día más, porque cada día se va conociendo más a sí mismo.
"Cada día vemos más defectos y nos exigimos más. Porque al mismo tiempo al ver defectos uno trabaja por mejorarlos y cuando consigues mejorar es muy satisfactorio y eso hace que creamos en nosotros mismos, hablo por mí, que al final uno se da cuenta de que es capaz de ejercer y eso ilusiona todavía más".
Pero ahora que está en el escalafón superior, Miguel sabe que la lucha se hace cada vez más fuerte, que las oportunidades pueden escasear, pero nunca hay que bajar los brazos, sino mantenerse en la pelea.
"De novillero eran otras situaciones, pero de matador de toros la exigencia es mucho más alta porque nuestros compañeros están también creciendo igual, están en una búsqueda interminable de crecer, de avanzar y no es fácil. Pero es muy bonito decir que estoy ahora en una camada en donde todos estamos queriendo mejorar y estamos arreando para posicionarnos en las primeras filas como matadores de toros", comentó.
Coincidió en esa frase de que "los de arriba no dejarán pasar a los de abajo". "Lo viví con mi hermano, de una u otra forma él vivió algo similar. La competencia siempre está fuerte, siempre hay nivel y los toreros de arriba, no es que sean celosos, pero también van por lo suyo y hay que llegar a esos niveles fuertes. Aunque uno esté preparado, todos son caminos distintos y aprendizajes diferentes", finalizó.