El matador
Jaime Rangel falleció anoche, sobre las 22:40 horas, a los 83 años, en un hospital de la Ciudad de México, luego de haber permanecido varios días ingresado como consecuencia de una caída, que al final le provocó el daño que terminó con su existencia.
Desde hace algunos años, la salud del matador estaba un tanto quebrantada, y este accidente vino a agravar su estado, por lo que su partida de un hueco en la historia del toreo de Hidalgo, pues fue una de los toreros hidalguenses más connotados de la historia, conjuntamente con el singular Vicente Segura y el maestro Jorge Gutiérrez.
Jaime Rangel nació en San Miguel Vindhó el 1 de julio de 1940. El entorno campirano y la influencia de distintos personajes, sirvió para que sintiera el llamado de la vocación taurina, y comenzó a torear a finales de los años cincuentas en ganaderías y pueblos, en muchas ocasiones en compañía de su hermano Manolo, con el que compartió andanzas taurinas de juventud.
hasta que destacó cuando se presentó en la Plaza México, escenario donde gozó de gran cartel y en el que se presentó el 17 de julio de 1960. Esa tarde alternó con Fernando de la Peña y Antonio Sánchez "Porteño". El novillo de su debut se llamó "Moruno", perteneciente a la ganadería de Zacatepec.
De hecho, en 1960 toreó una novillada en solitario, con la plaza llena, lo que habla muy bien de la credibilidad que tenía entre el público capitalino, que veía en su figura a un torero de un valor sereno y una técnica depurada, además de una claridad de ideas que le permitía andar muy desahogado con los toros.
Tomó la alternativa precisamente en La México el 1 de enero de 1961, de manos del portugués Manolo Dos Santos, y en presencia de Rafael Rodríguez, con el toro "Relicario" de Jesús Cabrera, ganadería zacatecana con la que obtuvo distintos triunfos a lo largo de su carrera.
Confirmó su doctorado en la plaza de Las Ventas de Madrid poco más de un año después de la fecha mencionada: el 3 de junio de 1962, siendo su padrino el catalán Joaquín Bernadó y Luis Segura fungió como testigo, con toros de Alipio Pérez Tabernero.
Después de una exitosa trayectoria de 25 años como matador de toros, se retiró precisamente en la Plaza México el 5 de mayo de 1985, y dejó en alto su nombre gracias a unas condiciones muy buenas como torero, que siguió demostrando en muchos festivales a los que fue invitado a torear una vez que dejó de vestirse de luces. Jaime fue respetado por profesionales y aficionados hasta el último día de su vida.
En el magnífico artículo publicado por nuestro compañero Xavier González Fisher el 8 de mayo del año 2020, con motivo de una efeméride de su retirada de los ruedos, menciona muchos datos interesantes de la ejecutoria en los ruedos del maestro Rangel, mismo al que se puede acceder desde este contenido.
Desde aquí enviamos nuestras condolencias a toda su familia y amigos, a la espera de ofrecer el detalle del lugar donde se realizarán sus exequias. Descanse en paz.