Los toros de Victoriano del Río corrieron de manera veloz hoy en Pamplona, pero también de manera emocionante y peligrosa, ya que la manada "se estiró" mucho durante el trayecto hacia la plaza, y uno de los ejemplares hirió a un corredor en el escroto.

El encierro tuvo una duración de dos minutos y 17 segundos, y como es habitual los cabestros salieron por delante de los corrales de Santo Domingo, seguidos de seis toros de capa negra, todos cinqueños, que esta tarde serán lidiados por Emilio de Justo, Andrés Roca Rey y Tomás Rufo.

A lo largo de la rápida carrera se registraron varias caídas, precisamente en la cuesta de Santo Domingo, ante toros que miraban de una lado a otro, y fue en Mercaderes donde un mozo fue arrollado en la parte derecha de la calle, antes de entrar a la curva de Estafeta sin incidencias, ya cuando los toros corrían a buen ritmo, hecho que permitió a los corredores dejar bonitas estampas.

Pero el momento más espectacular ocurrió más adelante, en la bajada al callejón, cuando un toro empitonó a un mozo y lo arrojó al suelo varios metros más adelante. Tras esta escena, los tres toros que venían por detrás han cubierto la curva de Telefónica por la parte derecha, donde había varias personas paradas y se han vivido escenas de peligro, sin que los toros hayan hecho por embestir a nadie.

Finalmente, el primer astado ha llegado en solitario a los chiqueros de la plaza de toros, tras él los tres toros que iban en la segunda parte de la carrera y, por último, los dos astados que cerraban el encierro, sin que se hayan visto incidencias en el coso taurino.