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Daniel Morales y Fernando García, en España

Miércoles, 28 Jun 2023    Monterrey, N.L.    Martín Banda | Foto: Archivo   
Debutaron en Burgos y harán toda la temporada con Joselito Adame
Bien dicen que el maestro y su cuadrilla son como una familia itinerante, que van de un lado a otro, conociéndose y a la vez, cuidándose mutuamente, y ya el año pasado Joselito Adame demostró esa confianza que tiene en los suyos al llevar en su cuadrilla a torear a España a su gran amigo y primer banderillero, el otrora matador Víctor Mora.

Y ahora, a propósito de esa primera reflexión, Joselito ha vuelto a mostrar la confianza que tiene en los elementos de su cuadrilla, al llevar a su temporada europea de este año a dos toreros de plata muy jóvenes: el picador Daniel Morales y el subalterno Fernando García hijo, que apenas debutaron con él en la corrida de lunes pasado en Burgos e hicieron un buen papel.

Daniel, nacido el 17 de diciembre del 2000 en la Ciudad de México, tiene dos años a las órdenes de Joselito, por lo que su debut en cosos españoles ha sido en virtud de la evolución y efectividad con los que ha cumplido con su maestro.

Con cerca de 500 festejos toreados desde su examen como picador, ocurrido el 17 de septiembre de 2014 en San Miguel de Allende, con tan sólo 15 años, Daniel es hoy el orgullo de la dinastía que comenzó su abuelo y a la que más tarde dieron brillo y continuidad su padre y sus tíos, los Morales.

"Cuando me hizo la invitación el maestro Joselito fue una sensación inexplicable, ver que un sueño que comenzó desde muy pequeño se ha convertido en realidad. Yo nunca había venido a España, ni de visita, ni a ver toros, pero siempre había tenido la ilusión de venir a picar", señaló.

En la corrida del lunes pasado en el Coliseum de Burgos, el benjamín de esta importante dinastía mexicana se encargó de picar al sexto toro de la tarde, de la ganadería de Torrealta, que pesó 475 kilos.

"¿Nervios?, siempre. Por el compromiso, pero sobre todo la responsabilidad, sabiendo que había que poner el nombre de México en alto y el del maestro que apostó por mí en esta temporada, y también por el apellido de mi familia, que es una dinastía de picadores muy importante. Me siento muy feliz y afortunado porque en estos tiempos que estamos viviendo es muy difícil venir aquí a España como torero de plata, estoy muy contento y espero que sea la primera de muchas temporadas más", precisó el espigado varilarguero de 22 años.

Por su parte, el también debutante en España, Fernando García López, nacido el 5 de agosto de 1997, en la Ciudad de México, e hijo de otro gran subalterno del mismo nombre, dijo que disfrutó mucho la tarde de su debut en Burgos.

Para este joven subalterno, examinado el 14 de agosto de 2016 en Teziutlán, Puebla, con una corrida de El Batán, andar al lado de las figuras del toreo como Sebastián Castella, Enrique Ponce, Morante de la Puebla, Diego Ventura y ahora Joselito Adame, se ha vuelto un agradable privilegio.

"Me llamaron para formar parte del equipo del maestro Joselito Adame, debutando en su cuadrilla en noviembre del año pasado. Creo que las actuaciones que tuve lo convencieron para invitarme a venir a su temporada europea. Recuerdo que fue el 15 de abril de este año, estando en Texcoco, en una corrida de Barralva, cuando el mozo de espadas Raúl Ibarra se acercó a Daniel y a mí y nos dijo que si nos apetecía acompañar al maestro a torear en España. Dijimos que sí encantados y, prácticamente un mes después, ya estábamos volando hacia acá, para prepararnos. Fue algo muy rápido, algo que siempre soñé y cuando menos lo pensé llegó, así que ha sido algo muy bonito que me motiva mucho", expresó.

Igual que Daniel, Fernando tampoco había viajado a España y ahora se siente muy afortunado, pues, en su primer viaje internacional, no solo está conociendo el país, sino que está trabajando en lo que más le gusta. Y a pesar de que la catadura del toro español supera a la del toro mexicano, comenta que no se sintió nervioso a la hora de andar en el ruedo.

"Fue algo muy curioso, porque realmente nervios no pasé como yo esperaba. Evidentemente, sí estaba nervioso, y sí hubo un punto en el hotel donde sentí ese miedo, pero más que otra cosa estaba ansioso de estar ya ahí, vestirme de torero y salir al ruedo. La preparación que tuvimos fue muy buena y la disfruté demasiado, y gracias a Dios no lo sufrí como yo esperaba, fue todo muy grato".

Todos los días se desplazan de la localidad de Mora, en Toledo, donde viven, hacia la Escuela Taurina de Madrid en El Batán, y ahí entrenan con Joselito. Para el subalterno, próximo a cumplir 26 años, torear en España tiene un gran significado.

"Hay cosas que la gente no sabe, como por ejemplo que, para un picador o un banderillero, en este caso mexicanos, es muy complicado tener esta oportunidad de venir a España a torear. Esto es venir a las grandes ligas, una proyección que nos ha dado el maestro Joselito Adame, a quien le estoy muy agradecido. Estoy aprovechando al máximo esta oportunidad y me sentí muy orgulloso porque mi padre lo hizo en 2005 con el maestro Zotoluco, y ahora contento de sentarme en la misma mesa de mi padre. Falta mucho para llegar a ser como él, pero ya puedo compartir esta experiencia y espero hacer un buen papel y que vengan muchas cosas más".


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