La gesta del domingo pasado por Isaac Fonseca en la Final de la Copa Chenel en la plaza madrileña de Colmenar Viejo, sigue siendo motivo de orgullo para la afición mexicana, que ven en él a un buen referente del toreo azteca en el extranjero, y el hecho de quedarse con la corrida completa tras ser herido su alternante, Juan del Álamo, en el toro que abrió plaza, y además resultar herido por el tercer toro, engrandece aún más su actuación que saldó con el corte de tres orejas en la tarde.
"Estoy muy contento y feliz de haberme llevado este trofeo, sobre todo por lo que significaba personal y profesionalmente el hecho de seguir en una tarde con todas las emociones a flor de piel y, sobre todo más allá de la tarde, por la competencia que había durante la Copa. Fue un fruto gracias a Dios el haberla llevado a casa", señaló el diestro.
Para Isaac, al ver cómo su compañero se iba a la enfermería herido, al hacer un quite en su primer toro, el cambio de "chip" tuvo que ser inmediato, de llegar pensando en un mano amano, en quedarse con la encerrona no planeada.
"No me quedó de otra nada más que en aceptar la situación y sobre todo en qué le iba a ofrecer al espectador en los seis toros. Claro que para mi mente fue toda una presión añadida, porque fue aparentemente una sorpresa, pero sabía que tenía que darlo todo", agregó.
Cuestionado si un torero que va a la plaza pensando en medirse en mano a mano, para definir un triunfador, se siente preparado en ese momento para enfrentar el reto solo, señaló que en casos como este "se debe estar preparado".
"Mi equipo siempre me ha dicho que hay que estar preparado para una encerrona y el sobrero y entonces tenemos que seguir adelante". Además, enfrentar el juego de tres ganaderías anunciadas, que al final resultaron ser cinco hierros diferentes, fue otro reto que el diestro mexicano tuvo que descifrar en el momento de lo que iba saliendo por la puerta de chiqueros.
"Lo fui resolviendo con base en lo que estoy preparado, a mis posibilidades. Claro que exigieron mucho, unos más que otros, pero a base de mi técnica tuve que seguir afrontando la tarde. Los de la ganadería de Palha fueron los que me dejaron disfrutar un poco más mis faenas", dijo.
Y si de por sí la tarde ya era un reto, una cornada grave que sufrió en el muslo derecho, por encima de la rodilla, en el cuarto toro, no fue obstáculo para reafirmar su gran gesta y seguir en el ruedo, un hecho que más tarde, en la enfermería, dejó asombrados a los doctores cuando descubrieron la gravedad del percance y no se podían explicar cómo fue capaz de permanecer tanto tiempo en el ruedo.
"Obviamente yo había visto el orificio de lo que me había hecho el pitón y sentía que me apretaba algo, pero no sentí nada, sentí solo la responsabilidad que tenía de seguir adelante y simplemente tiré de esfuerzo y de espíritu. Tenía la responsabilidad de seguir toreando y ofrecerle lo mejor al público. Sabía que otros toreros también han hecho hazañas así y pensaba dentro de mí que la vida está hecha de retos y que, si quería que pasara algo importante por la historia de mi vida, tenía que permanecer en el ruedo y, al final, así fue", indicó.
Los profesionales del toreo, médicos y cronistas se han volcado en elogios para el mexicano en estos días recientes, los cuales acepta con la humildad que le caracteriza.
"Me han alegrado mucho los comentarios, sobre todo, con los que se han hecho desde la admiración y el respeto, y eso me llena de satisfacción porque de profesional a profesional es bonito que también se valore lo sucedido en el ruedo".
Con su triunfo, Isaac Fonseca amarró su participación en la Corrida de la Hispanidad que se efectuará el 12 de octubre en la plaza de toros de Las Ventas de Madrid. "Estaré nuevamente en Madrid, primero Dios, y creo que ahora debo concentrarme en llegar lo mejor preparado que pueda para esa importante tarde".