Una tarde de un gran contenido se vivió hoy en la plaza de Madrid, donde Victorino Martín echó una corrida sumamente interesante, con distintos matices de bravura y calidad, de la que destacó el sexto toro, al que Emilio de Justo le hizo la faena más estructurada, en una tarde en la que Paco Ureña se sobrepuso a una pavorosa voltereta en el que abrió plaza, la alimaña del encierro, y sacó su acostumbrada garra para cortar la única oreja de un festejo en el que ambos toreros no estuvieron del todo finos con la espada.
El resultado es el siguiente:
Madrid, España.- Plaza de Las Ventas. Vigésimo tercer festejo y último de la Feria de San Isidro. Corrida de La Prensa. Lleno de "No hay billetes", en tarde soleada y de agradable temperatura, con ráfagas de viento a partir de la faena del 4o., y pasajera llovizna. Toros de Victorino Martín, muy bien presentados, cinqueños, serios (1o. y 6o., vareados, con menos kilos). Andarín y listo, el 1o. Noble, pero sin humillar del todo, el 2o. Con buen estilo, el 3o. De gran fijeza, planeaba, el 4o. Gazapón y deslucido, el 5o. Bravo, con temple y recorrido, el 6o., que fue el más completo. Pesos: 529, 580, 585, 577, 576 y 574 kilos.
Paco Ureña (rosa y oro): Ovación tras petición, oreja tras aviso y palmas tras dos avisos.
Emilio de Justo (siena y oro): Ovación tras petición, con aviso; silencio tras aviso, y palmas tras aviso.
Incidencias: Agustín de Espartinas y Álvaro López "Azuquita" banderillearon con entrega al 1o. En varas, Ignacio Rodríguez picó con eficacia a ese mismo toro. Y Germán González lució mucho en el 4o., al que le colocó dos magníficos puyazos y fue ovacionado. Emilio de Justo le brindó la muerte del 4o. Paco Ureña ingresó a la enfermería para ser revisado. El mayoral de la ganadería de Victorino Martín saludó una ovación en el tercio al finalizar la corrida. El rey Felipe IV presenció la corrida en una barrera del Tendido 9, en compañía del maestro Paco Ojeda. Al finalizar el paseíllo los dos toreros del cartel saludaron una ovación. Actuó como sobresaliente Álvaro de la Calle, que no intervino en quites.