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Evocación del ganadero Manuel Labastida

Viernes, 03 Mar 2023    San Luis Potosí, S.L.P.    Gustavo Robledo | Foto: Archivo   
Breve semblanza con motivo del centenario de su nacimiento
Hablar del legado de la familia Labastida abarcaría no sólo esta, sino otras tantas columnas. Desde el recuerdo del gran ganadero don Manuel Labastida y Peña y su primera esposa doña Manuela Ygueravide Agüero, de la casa ganadera zacatecana de Espíritu Santo, pasando, claro, por el parentesco que les ha unido con los Garfias, los Gordoa y otras tantas ramificaciones que han hecho del toro bravo su forma y giro de vida.

Santa María del Río y su Hacienda de Santo Domingo, cuya imagen de antaño aun vemos a la orilla de la moderna carretera casi a los límites con Guanajuato, se convierten en los escenarios primarios de nuestro personaje.

Nacido el 23 de febrero de 1923, hijo único de don Manuel Labastida y Peña y doña Manuela Ygueravide Agüero. De niño toda su infancia la vive en la Hacienda de Santo Domingo a lado de su padre, pues doña Manuela su madre, de quien he dicho también le viene la raíz de ganadero, falleció cuando el pequeño Manuel acaba de cumplir ese mismo día su primer año de vida. 

Sus primeros estudios los realiza en el Instituto Potosino en la capital y después emigra a la CDMX a estudiar la secundaria y preparatoria, siendo su tutor don Lázaro Martínez. Al enviudar, don Manuel, decide contraer de nueva cuenta nupcias, primero con doña Emma Meade y después con doña Olga Meade, con quien tuvo a Emma y Javier, ganadero –que con el paso del tiempo- su recuerdo también se guardaría en mucho, de y por la historia brava de San Luis. Siendo testigos, el pequeño Meme y sus hermanos de la fundación de la vacada de Santo Domingo en 1924 y de la presentación en "El Toreo" viejo de la Ciudad de México en junio de 1944.

Corren los años y al avance y trajinar de su juventud, el joven Manuel decide llevar a cabo sus estudios de profesión como médico cirujano y partero en la Ciudad de México, pues los de vocación los dejaba en su natal San Luis Potosí, Santo Domingo.

Obteniendo así el titulo soñado en la Universidad Nacional Autónoma de México, siempre mirando su formación ganadera y familiar como inspiración de todo cuanto fuera su actividad y con su tesis de grado no pudo ser la excepción, a la cual titula: "Exploración sanitaria de Santo Domingo, municipio de Santa María del Río y estado actual de la cirugía de tendones", corría el año de 1952 y Santo Domingo siempre en la frente. Como marca de herraje lacerante de su vida, la cual se convirtió en motor de su andar como ganadero y profesionista.

Contrae nupcias en 1951 con Victoria Amparo Aguirre Cárdenas, su querida "Payi" y procrea siete hijos: Victoria Amparo, Manuel, Pilar, Jesús, Mónica, Gerardo y Pablo.

A fines de los años 50 y hasta mediados de los 60 ejerce la profesión en el IMSS y socio del consultorio que instala junto a su maestro el doctor Fernando Valdez Villarreal, quien seria su suegro. Así pues y a la muerte de su padre don Manuel Labastida y Peña el 26 de enero de 1961 el doctor y sus hermanos toman las riendas de la casa hasta 1969, fecha en la que con 160 vacas y cuatro sementales funda su propia dehesa con el antiguo hierro de Santo Domingo, mas con el nombre de Manuel Labastida. 

Por su parte, sus hermanos Javier su hermano toma el nombre de Santo Domingo y los colores de la divisa y Emma funda Santa Cruz.

No sin antes haber incursionado en las lides directivas, como titular de la entonces Unión de Criadores de Toros de Lidia de México, A. C., y fue electo por dos períodos presidente del 27 de julio de 1959 y hasta al 3 de marzo de 1963. 

De 1952 a 1966 Gerente General de Hierro Maleable de México, así como fundador y director de Grupo GIS de Saltillo. De igual manera desde 1956 hasta 1962 fue Consejero en la Confederación Nacional Ganadera.

En 1966 es parte del grupo de mexicanos que firman el convenio taurino entre México-España. También ejerce el poder empresarial del conglomerado más importante de esos años, asume el 6 de diciembre de 1967 hasta 1968 la gerencia general de Diversiones y Espectáculos de México (DEMSA), que incluía la Plaza México y más de 15 plazas en todo el país.

En 1971 decide instalar su residencia ya en la tierra de sus mayores, la ciudad de San Luis Potosí. Después de una carrera única y de ardua entrega personal, en 1971 el cartel que le otorga el departamento del Distrito Federal enarbolando para gloria de su dehesa los colores rojo, negro y blanco. Lidió por primera vez el 1 de mayo de 1971 en Torreón, seis toros para Joselito Huerta, Manolo Martínez y Ricardo Castro.

En el año de 1972 el 29 de octubre, lleva su primera novillada a la Monumental Plaza México para Artemio Becerril, Marcos Ortega y el hispano Rafael Poyato. De 1973 a 1983 Presidente del Consejo del Banco Internacional.

Ese año también presidió la Asociación Ganadera de Santa María del Rio y al año siguiente, 1973, la Unión Ganadera de San Luis Potosí al mismo tiempo que funda la Fundación Mexicana para el Desarrollo Rural. 

El 17 de Julio de 1983 lidia su primera corrida de toros en el coso máximo, con Mariano Ramos, Antonio Sánchez Cáceres y Ricardo Sánchez. Recordando también los grandes triunfos que obtuvo la vacada en plazas venezolanas en la década de los años ochenta. Deportista, gran nadador, tirador de pistola, rifle y escopeta.

El legado…

63 años. Puede ser que tiempo le haya faltado, pero la vida nunca la dejo a un lado, solo hasta aquel día del 7 de octubre de 1986 en la que partió plaza ante el Juez Supremo.

Como resumen biográfico estadístico, sirva el presente para -a manera de homenaje corto, cortísimo- dar a conocer al hombre, al esposo, al padre, al hermano, al tío, al industrial, al banquero, al empresario, al ganadero. Pero sobre todo se debe de recordar al nombre, al hombre que marco toda una época no solamente en la vida de los suyos, sino en la de otros. 

Que aun y por su repentina partida, se fue no sin antes dejar para la posteridad y recuerdo de su gente y los suyos, la entrega y dedicación de un hombre que llevó a más de su desempeño como profesionista, como potosino, como hombre de trabajo, de valores, de honores, de honra y gran recuerdo, el deseo de legar el esfuerzo y entrega de una pasión: el amor por lo que se haga y se tenga.

A las pláticas y reuniones de trabajo en las empresas donde trabajo, fundo o presidio…

A las pláticas en su casa capitalina de Sierra Tarahumara, entre Palmas y Reforma con su Payi o ya en San Luis en su casa de Himno Nacional y Tequis o avenida Del Potosí, o en la colonia Virreyes con sus hijos los mayores, los menores y los adoptados. Y no lo digo despectivamente, sino porque en casa hijos de otro hogar siempre hubo. Tanto porque él decía a sus padres, sus amigos: "mándamelo" como porque llegaban sin avisar. Y don Manuel siempre los recibió al mismo tiempo que peinaba –tal vez molesto pero siempre amoroso- su mechón blanco que distinguía su lacio cabello…

A las pláticas con don Isidro o don Luz Saavedra sus caporales en "Chipinque" o "El Granizo" o "Milpillas" o en la terraza de su Atotonilco, con las vacas de Santo Domingo o Torrecilla y los toros de Cuevas o La Laguna mas el recuerdo siempre presente del Chicorro de Miura o el Juan Pirulero de Torrecilla o Comanche…
Cómo se guarda en su recuerdo la amena conversación y fuerte personalidad de un hombre que para no denostar su origen recordaba con el otrora gran ganadero don Paco Madrazo: 

"¿Recuerdas Paco aquel dicho ranchero que nuestro viejos nos decían cuando veían el firmamento así? ¡Palmas en el cielo, a los tres días: agua o hielo!". 

Como palmas que se elevan para que los suyos, su familia, sus seres queridos, sus hijos, hijas, sus nietos y nietas, y amigos, que tienen la obligación de seguir su ejemplo y cultivar su recuerdo…

Ese recuerdo, en este su primer centenario, al hombre que supo hacer de su vida “la apasionada entrega” que le llevo a construir junto con su amada Payi su gran familia, sus grandes amigos, su gran trabajo, su gran ser y por lo tanto su gran vida…

Esa que, con sus propias palabras ampliamos su razón de ser y concluyo, sin haberle conocido físicamente, si por medio de ustedes…

Recordando como lo dijo, entendiendo esta como una máxima hacia su amor eterno Payi, con la que formo su vida y familia y por lo tanto el ejemplo que le dio a los suyos, todas y todos, familia o amigos.

Partiendo de que no se puede estar bien con el mundo sin estar bien con la familia… El que entendió… entendió:


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