A poco que se escuchen clarines y timbales este próximo jueves 26, la plaza de toros Monumental "Hugo Domingo Molina" de San Cristóbal, las atenciones y miradas estarán citadas en la "Feria Gigante de América", como reza su slogan publicitario, que a mediados de los años 70 le dio sello de identidad propia.

Y es que no más es mirar la línea o tendencia que ha tenido la máxima cita feria tachirense en el curso de su largo historial para ver el nivel que ha significado el gran abono que de la mano de don Hugo Domingo Molina tuvo connotación de acontecimiento internacional, donde era obligación para las máximas figuras del toreo de los 70, 80 y 90 pasar por el ruedo de Pueblo Nuevo, serial que abarcó en varias ocasiones hasta ocho corridas de toros y dos novilladas matinales, todas con llenos "hasta la bandera". Época de bonanza pretérita que anhelan muchos quienes la vivieron y recuerdan con nostalgia.

Los tiempos han cambiado, las formas y maneras de ver la gran cita ferial sancristobalence también, y para ello ha tenido que adecuarse, taurinos, aficionados y público, y en especial el toreo nacional, pues con el pasar de los años se ha tenido que reducir fechas, condensando calidad sobre cantidad.

Como este año lo ha dispuesto la joven empresa taurina "Fiesta Brava", el cual representa un trio de aficionados de lo más singular como lo son Juan José Guerrero, Orlando Faroh y Roberto Pocaterra, el cual en su segunda ocasión al frente del coso de Pueblo Nuevo han querido apostar muy fuerte, se puede decir que "echar la casa por la ventana" y con ello sacarse el "sambenito" que supuso el año pasado la temporada del reencuentro con grandes pérdidas económicas, tras poco menos de dos años (2021) sin temporada taurina, como ya había ocurrido en otra ocasiones por causas meramente sociales y políticas que han azotado al país, como lo fueron las ediciones del 2003 o las del singulares del 2018 y 2019, estas últimas supeditadas a la condiciones de una ciudad que no del todo estuvo entregada a lo que supone un evento de la envergadura que es la Feria de San Sebastián.

Como les comentaba, este año Guerrero (de sombrío paso por la Feria del Sol durante los años 2013 al 2021), Faroh y Pocaterra no han escatimado en apostar por lo mejor que se estará viendo en cuanto a toreros por esta campaña americana, la misma que está acéfala sin la Plaza México activa por burocracia gubernativa que es lo que junto al "animalismo hipócrita" está ahogando al toreo en todos los países donde aún tiene vida. 

Ver los nombres de un Roca Rey, De Justo, Garrido, Luis Bolívar, De Manuel y Fonseca junto a los nuestros, Colombo, El Pino, Orellana o Suarez, es para reconocer el esfuerzo que se ha hecho por de nuevo devolver la trascendencia que tuvo la mencionada feria tachirense en todo el firmamento.

Solo queda esperar que el elemento más importante en esto que es el toro, tenga su última palabra. Es el que da y quita y gloria, y para ellos están las mejores de nuestro limitado campo, junto con otra de gran predicamento en ruedos colombianos, me refiero a los hierros de Rancho Grande y El Prado (Herederos de don Hugo Domingo Molina), Los Aránguez (Jesús Riera) y colombiano de Juan Bernardo Caicedo.

Estas serían las combinaciones que estaríamos siendo testigos de su desarrollo, en otra edición más de la gran feria taurina del Táchira, la que abrió las puertas a que el occidente venezolano entrará en otra era del toreo venezolano.

Jueves 26 de enero: Toros de Rancho Grande y El Prado para Luis Bolívar, Rafael Orellana, Antonio Suarez e Isaac Fonseca.

 

Viernes 27: Toros de Los Aránguez para José Garrido, Andrés Roca Rey y Jesús Enrique Colombo.

Sábado 28: Toros de Juan Bernardo Caicedo para Marcos Peña "El Pino", Emilio de Justo y Francisco de Manuel.