Apenas el jueves 15 cumplirá 18 años, pero Efrén Acosta Cobo ya quiere ser más grande que su abuelo. Se trata de uno de los más nuevos y jóvenes toreros de plata de la dinastía de "Los Acosta", que sabe muy bien lo que quiere y avanza a pasos firmes.
Por ahora es todavía un aspirante a picador, pero espera en poco tiempo seguir la trayectoria de su famoso abuelo, Efrén Acosta Baray y de su padre, Efrén Acosta López.
"Yo nací dando un grito, el 15 de septiembre de 2004 en El Paso, Texas, donde no duré viviendo mucho tiempo ahí, ya que desde pequeño me trajeron para Aguascalientes, que es la ciudad donde he crecido y me siento de aquí", dijo.
Relata que obviamente al vivir entre profesionales del toreo le gustó seguir sus pasos.
"Obviamente viendo a mis tíos, a mis primos y a mi papá, me gustó lo que es el trabajo de un picador. Crecí con los caballos y cómo no aprovechar", agregó.
Efrén IV, ya que así también se llamaba su bisabuelo el iniciador de la dinastía, debutó como aspirante el 15 de junio de 2021, cuando le dieron su permiso en la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros.
"Debuté el 27 de agosto en la Monumental de Zacatecas en una novillada y después de ahí empecé a salir en festivales y novilladas en la plaza San Marcos y en festivales de aficionados. He salido en la plaza Monumental de Aguascalientes, en un festival en la San Marcos, en Zacatecas, en San Francisco y en Pabellón. Tengo el sueño de ser picador de toros y torear en la Plaza México y seguir con la dinastía", precisó.
A la fecha debe de llevar unos diez o doce festivales y en total unos 22 si se cuentan también las corridas en las que ha salido.
"En corridas aún no pico, no estamos para eso todavía”, señala el joven aspirante a picador quien tiene la doble nacionalidad. En cuanto a mis estudios, acabo de terminar la preparatoria y para el próximo año voy a ingresar a la Facultad de Veterinaria en la Universidad Autónoma de Aguascalientes", dijo.
El árbol genealógico de la familia Acosta va creciendo, pues el iniciador es don Efrén Acosta, el bisabuelo. Le siguen Efrén Acosta Baray; luego su hijo Efrén Acosta López,y ahora Efrén Acosta Cobos. Por el lado materno están sus tíos, Héctor "El Nono" Cobos y Juan Cobos, quienes son hermanos de su mamá, Imelda Cobos. Así que por sus venas corre sangre torera.
Cabe añadir que su tío Héctor, también tiene un hijo picador: Guillermo Cobos; y de su tío Juan, viene Miguel, de 19 años, quien también es aspirante. Otra de sus tías, Concepción, es esposa del también banderillero Felipe Kingston, padre de Luis Santiago, de 17 años, y quien también es aspirante a banderillero. Así que en la casa hay toreros por todos lados.
"A mi abuelo lo recuerda mucha gente por la peculiar sábana blanca de montura. Yo lo veía a él como un picador eficiente en eso de picar los toros. Él es mi ejemplo a seguir y trataré de ser igual o incluso superarlo. A mi papá también lo veo como un picador eficiente y responsable, sobre todo".
Cuenta que desde niño le dijo a su padre que quería ser picador, pero como estaba en la Ciudad de México y él en Aguascalientes con su mamá, no se daban las condiciones para que lo impulsara en ese momento.
"Ahora ya de grande me acuerdo de que en un festival en el cortijo Sevilla tuve la oportunidad de salir en una vaca. Luego vi a mi papá en Monterrey y le dije que quería ser aspirante. A la semana y media me dijo viniera a México a la Unión para que el permiso y desde entonces me estoy preparando".
Efrén IV es hijo único y vive con su mamá en Aguascalientes.
"Yo quisiera que esto de ser aspirante fuera el menor tiempo posible, pero pueden ser dos, tres o cinco años. Mis propios compañeros son quienes van viendo cuando ya esté apto y de ahí será cuando me apliquen mi examen".
Relató que en el corto tiempo que lleva ya ha tenido algunos momentos complicados.
"En cuestión de caballos no he batallado porque están los de mi abuelo. Donde me la vi más apretada fue en una novillada de Calaveras en la Plaza San Marcos. Fue una novillada de Begoña, la novillada apretando ese día y un novillo me derribó nada más a mí, ahí fue cuando me la vi más dura porque aún no estaba tan apto para esa novillada tan grande.
He salido en pabellón donde igual un festival con matadores, pero con toros. Ese día no me tocó picar, pero me las vi duras por el tamaño de los toros, iba con el miedo y la adrenalina, pero a veces un miedo que se disfruta", finalizó.
Por ahora el joven aspirante ha sido invitado a tentar en las ganaderías de Medina Ibarra, Arellano Hermanos y San Felipe Torresmochas y espera que sean muchas más para seguir aprendiendo y a la espera, en un futuro, de hacer su examen profesional y recibir su carnet de la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros.