La alternativa que hoy recibirá Isaac Fonseca en la plaza francesa de Dax, obliga a hacer una importante reflexión acerca del significado de la palabra "ambición", pues es la clave de su fulgurante carrera como novillero en España que lo puso a las puertas de un doctorado de mucha categoría.
Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua, "ambición" quiere decir !deseo ardiente de conseguir algo, especialmente riquezas, dignidades o fama". Y además de todo eso, Fonseca ambiciona "ser alguien" en la vida y trascender a través de esa profunda vocación de torero que no le cabe en el cuerpo.
La imagen que proyecta ha hecho pensar a ciertos aficionados que se trata de un esperado "mesías taurino", cuya misión es dar un nuevo impulso a la Fiesta de México, y resulta evidente que el atrevido torero moreliano ha enfocado toda su energía, su valor y su inteligencia para que así suceda.
Desde luego que todavía es pronto para vislumbrar con claridad los alcances que tendrá su carrera de aquí a unos años, ya que también dependerá de que los toros lo respeten. Sin embargo, el aire fresco y la ilusión que ha despertado entre la gente, es sumamente positiva para el espectáculo.
Y es que si nos remontamos a la época de Joselito Huerta en 1955; José Ramón Tirado en 56, o Gabino Aguilar en el 63, quienes formaron mucho alboroto en España en sus respectivas etapas como novillero, ningún otro mexicano había despertado tanta expectación entre los profesionales y el público de ambas orillas del Atlántico.
A base de sacrificio, esfuerzo y una gran dedicación, Fonseca ha conseguido dejar huella y marcar la diferencia con los otros novilleros punteros con los que ha rivalizado en estas dos temporadas. De hecho, se ha convertido en su “coco”, porque todas las tardes sale al ruedo a pelearles las palmas como un feroz perro de presa.
Esa misma ambición demostró otro torero americano desde el primer día: Andrés Roca Rey, que ha luchado a brazo partido, y sin descanso, para erigirse en un mandón del toreo que ahora está afinando su concepto y su expresión artística, sobre todo porque ya no tiene la necesidad de triunfar a costa de lo que sea.
En ese estado se encuentra hoy Fonseca, sabedor de que ya habrá tiempo para afinar su técnica y consolidarse, con el afán de sacar más partido a la buena suerte que tiene en los sorteos, que es otro aspecto que también cuenta y debe aprovecharlo a su favor.
El hecho de que esta tarde vaya a tener oportunidad de alternar con dos figuras, una que ya está más allá del bien y de mal, como José María Manzanares, y otra que está en la cumbre, como es el caso de Roca Rey, servirá para que el moreliano muestre sus cartas y apueste fuerte, como lo ha hecho siempre… desde el día uno. Pero, ahora, en el escalafón de los matadores de toros, que eso ya es otro cantar.