El novillero hidrocálido Juan del Castillo resultó herido de gravedad en el muslo derecho, durante su actuación del domingo en San Luis de la Paz, Guanajuato y su estado se reporta estable, pasadas 24 horas de haber sufrido el percance.
El hecho tuvo lugar cuando al entrar a matar al segundo novillo de la ganadería de Gómez Valle, éste no hizo caso al engaño y prendió al novillero quien al sentir que iba calado, jaló los tres cuartos de estoque que ya le había sepultado, pero que tampoco bastaron para que doblara.
De inmediato las asistencias condujeron al novillero a la ambulancia donde lo estabilizaron de inmediato y luego fue conducido al Hospital general de la localidad donde fue intervenido por la médico cirujano general, Diana Guadalupe Herrera Méndez, quien firmó el parte médico.
Este señala que el novillero de 22 años "presenta una cornada en la cara anterior del muslo derecho con hemorragia importante, por lo que es traído por paramédicos y sometido a tratamiento quirúrgico por presentar lesión en la vena femoral de aproximadamente un centímetro.
"Se realizó reparación de esta y sin datos de fuga. Encontramos lesión muscular y hematoma contenido. Se dio reanimación con líquidos y paquetes globulares con evolución favorable. Solicita traslado a valoración y tratamiento por angiología.
"Se encuentra consciente, orientado, con buena coloración de tegumentos. Cardiopulmonar y abdomen sin compromiso. Herida limpia sin datos de infección, con pulso podio y poplíteo presentes".
Al momento de redactar esta información se estaban haciendo los trámites necesarios para trasladar al herido a su ciudad natal, Aguascalientes e ingresarlo a la Clínica Guadalupe, donde el doctor David Martínez, jefe de los servicios médicos de la Plaza Monumental, lo estaría esperando para continuar atendiéndolo.
"El toro tuvo sus complicaciones, fue el más grande de la novillada, un colorado con 460 kilos. Juan está nuevo para ese tipo de toros, aunque estuvo delante de él intentando hacerle cosas. Al intentar tirarse a matar, el toro se le ponía por delante y se le terciaba al quererse perfilar. Cuando se le fue encima se quedó en la cara del toro y ahí le dio la voltereta, y al caer a la arena ya llevaba la cornada", comentó Carlos Alberto Díaz, apoderado de Juseff.
De hecho, el novillero yucateco Juseff, el más experimentado del cartel y quien actuaba en tercer lugar por consenso entre todos, fue el encargado de pasaportar a dicho ejemplar de un pinchazo y estocada.