Tras una operación de la escápula izquierda que duró casi cuatro horas, el subalterno Rafael Romero ya se encuentra en su domicilio, donde llevará a cabo su recuperación, el experimentado torero de plata fue arrollado por un toro de la ganadería de Puerta Grande en la corrida que tuvo lugar el 29 de mayo en Temoaya, Estado de México, luego de ser desarmado y caer a la arena a merced del astado y ser prendido contra una barda que delimita el ruedo durante dicho festejo. 

Como consecuencia resultó con fractura de la escápula izquierda (omoplato) y esta a su vez perforó el pulmón, este jueves anterior por la tarde el doctor Jorge Uribe, jefe de los servicios médicos de la Asociación de Matadores y Banderilleros lo operó con éxito. 

 "Afortunadamente todo salió muy bien. La verdad es que no he tendido dolor. Prácticamente donde fue lo grave y no lo sabíamos fue lo del pulmón. Afortunadamente el tratamiento con un drenaje neumotórax fue lo que me salvó. Estuve una semana y después había que esperar a que mi pulmón se recuperara para poder hacer la cirugía de la fractura del omóplato", informó Romero. 

Un fisioterapeuta le ayudará a la rehabilitación para poder salir de este trance. 

"La realidad de que todo esto se está haciendo es para que yo vulva a torear. En el otro hospital donde me atendieron y que es de gobierno, me decían que ya con el cabestrillo podía seguir mi vida, pero sin torear. Esta cirugía es pensando en eso, esa es la ilusión, Dios dirá cómo van a ser las cosas, pero mi ilusión es eso, quiero volver a torear un ratito, disfrutar un tiempo más". 

Romero cumple 25 años como profesional y en este tiempo ha estado a las ordenes de matadores como Octavio García "El Payo", 10 años, Rodolfo Rodríguez "El Pana", cinco años, así como con Manolo Mejía, Humberto Flores, Leopoldo Casasola, Arturo Saldívar, Leonardo Benítez, Xavier Ocampo, varios rejoneadores y matadoras, así como como también ha estado colocado con Julián López "El Juli", Morante de la Puebla y Sebastián Castella.