La comisión de bienestar animal de la II Legislatura de la Ciudad de México organizó el primer foro de parlamento abierto que trató sobre la iniciativa prohibicionista contra las corridas de toros, una cita que contó con la presencia de profesionales del toreo y organizaciones animalistas.

Los argumentos a favor de la Fiesta se sustentaron desde las vertientes zootécnicas, jurídicas, ecológicas en torno al toro de lidia, así como las distintas actividades que emanan de este, en tanto que se ponderó sobre los derechos que ampara la Constitución local con respecto de la diversidad cultural y su ligada e íntima relación con la Fiesta.

Asimismo, se notificó que un primer dictamen aprobado de manera reciente, pasó por alto la obligación que tiene el cuerpo legislativo para tomar en cuenta la opinión de los representantes de pueblos originarios de la CDMX, donde coexisten variadas formas de afición taurina inherente a su cosmovisión cultural.

Pepe Saborit, en su calidad de presidente de TMX abordó consideraciones éticas y políticas al respecto de la viabilidad de la tauromaquia, así como sus características como un espectáculo de acceso libre y voluntario, en el que el Estado no puede ser rehén de grupos prohibicionistas que quieren imponer su moral y enfatizó la Fiesta como un espacio de libertad.

Por su parte, el grupo opositor mantuvo su postura permanente en torno a limitar derechos humanos de niños y padres de familia en cuanto a la libertad de elección para asistir o no a su espectáculo favorito, en suma a descalificaciones personales que poco aportaron al debate legislativo.